Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

Cuando parecía que la crispación en el Ayuntamiento de Siero por el conflicto laboral ya había tocado fondo, los sindicatos anuncian que no se volverán a sentar en la mesa de negociación del convenio colectivo que estaba prevista para el martes que viene- debido a las «amenazas» proferidas por el alcalde, el socialista Juan José Corrales, a los trabajadores del área municipal de Parques y Jardines.

Según los representantes sindicales, el regidor envió un escrito en el que señala, «sin un informe técnico, que sería lo correcto», que el servicio está desatendido, que en el próximo mes va a realizar un seguimiento del trabajo y, en caso de que éste mermara, se harían descuentos por productividad a los trabajadores.

Con esta actitud, según los sindicatos, se pretende «machacar a unos cuantos como ejemplo para el resto». Esto es, para los representantes de los trabajadores, «una amenaza en toda regla», que contribuye a enrarecer más el ambiente municipal, que vive uno de sus peores momentos.

El escrito fue enviado ayer, e incluso hubo una reunión con la persona que está al frente del área para comunicarle la situación.

Los sindicatos, que tuvieron conocimiento tanto del texto como de la reunión, lo transmitieron a la asamblea de trabajadores que se celebró a última hora de la mañana en la Casa de Cultura, y se tomó una decisión tajante: hasta que no se retire el escrito y mientras no se dejen de lado esas formas, los sindicatos no se sentarán a negociar.

La próxima mesa de negociación, prevista para el martes que viene, deberá esperar, a no ser que el equipo de gobierno se dirija a los sindicatos para mostrarles su cambio de actitud. «Si piensan que nos van a amedrentar con estas u otras amenazas, están muy equivocados», afirmó el delegado de UGT Alberto Rozas.

Los sindicatos quisieron mandar un mensaje a los vecinos: «Esto está así porque el Alcalde y su equipo quieren que esté así».

Los representantes de los trabajadores lamentaron que, por una parte, se hable de voluntad de diálogo y del principio de la buena fe y, por otra, «en vez de predicar con el ejemplo, incumplan todo lo que dicen».

Las movilizaciones, que han venido produciéndose todos estos días por las calles de Pola de Siero, seguirán teniendo la misma intensidad que hasta ahora, e incluso es posible «que se dé otro paso, y nos da igual que nos pongan a los antidisturbios, ya sea un furgón o sean ocho».

Los sindicatos creen que está demás el despliegue policial que se ha hecho por las manifestaciones. «Sólo nos manifestamos para protestar por lo que consideramos una injusticia», subrayaron.

Línea de crédito

Por otra parte, los representantes sindicales se refirieron a la propuesta del gobierno de abrir una línea de crédito para que los trabajadores puedan devolver las cantidades que se les exigen en un plazo de diez años. Según pudieron saber, esta idea se estaba gestando desde hace tiempo, pero en ningún momento se consultó su opinión

Su respuesta a la propuesta es claramente negativa, por una sencilla razón: «No queremos pagar esas cantidades, porque no nos corresponde devolverlas; que lo devuelva quien le corresponde». Que los trabajadores no quieren devolver esas cantidades queda bien claro, explicaron, en el hecho de que todos lo han llevado a los tribunales. El desencuentro entre el gobierno y los trabajadores parece ser cada día más evidente, y la crisis provocada por la devolución del dinero percibido por encima de la legalidad en 1999 y 2000 no tiene visos de solucionarse a corto plazo. Entretanto, la actividad municipal se empieza a resentir visiblemente.