Las obras de reurbanización del centro histórico de Castropol tienen la villa levantada. Acabarán en aproximadamente un mes, calcula el Alcalde, y se aprovechará para canalizar el suministro del gas y la fibra óptica y para peatonalizar «la mayor parte» del casco antiguo, estrecho y empinado, de la capital castropolense.

El consagrado a Vicente Loriente Cancio cumple este año cien y esta misma semana han arrancado los trabajos para su remodelación, con la reubicación del parque infantil y la mejora de la parte vegetal.

Castropol pide una depuradora para la margen asturiana de la ría del Eo que ya llega con retraso respecto a los planes previstos por el Principado. Se trata de que esta villa y sus vecinas de esta orilla del estuario dejen de verter sus aguas sin depurar a través unos emisarios a mar abierta.

La solución del problema «endémico» se concibe en paralelo a la de la peatonalización del centro y José Ángel Pérez se imagina en el futuro «un centro histórico libre de coches con espacios de aparcamiento en tres o cuatro zonas neurálgicas». El primero previsto es uno subterráneo, anuncia el Alcalde, que irá situado detrás del centro de salud de la villa.

Entre los planes del Ayuntamiento de Castropol para la ampliación de la oferta turística en la villa figura un albergue que recrecería el edificio del Club de Mar, junto al muelle. El alojamiento «mejorará las instalaciones» al servicio de los remeros de Castropol, dice el Alcalde, dotándolas de «de una infraestructura básica» de doble uso, que la entidad deportiva podría hacer compatible con el uso turístico.

El Ayuntamiento confía en que el trámite medioambiental desbloquee en un plazo breve el proyecto del puerto deportivo. Vendrá, según el Alcalde, a enriquecer la dotación de la villa para el turismo y los planes se completarán con una nuevo acceso en subida a la villa que partirá de la zona del muelle donde se ubicará la nueva dársena y desembocará en el mirador de La Mirandilla.