Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

El Hospital Central de Asturias vivió ayer un día de optimismo e ilusión con motivo de la presentación en sociedad de su último avance científico: los trasplantes de islotes pancreáticos. Se trata de una técnica que alivia los síntomas de una enfermedad de tanto impacto sobre la calidad de vida como es la diabetes tipo I y que libera al paciente, al menos durante un tiempo, de la administración de insulina. Un procedimiento en el que el complejo hospitalario aspira a convertirse en centro de referencia para todo el norte de España, en el marco de un entramado que incluiría tres o cuatro hospitales especializados para el conjunto del país.

Casi pueden contarse con los dedos de una mano las ocasiones en que se ha aplicado en España el trasplante de islotes pancreáticos. La primera intervención de Asturias se llevó a cabo el pasado 21 de diciembre, tal y como adelantó este periódico. Pero fue ayer cuando el complejo hospitalario ovetense reunió a todos los implicados para celebrar un éxito atribuido a la colaboración de un amplio y variado equipo de especialistas.

El salón de actos de la Residencia Sanitaria de Nuestra Señora de Covadonga ofrecía el aspecto de las grandes ocasiones. Ocho personas componían el elenco con el que el hospital ovetense dio a conocer los detalles de la intervención. Una mesa en la que se combinaban jóvenes y veteranos y en la que algunos buenos conocedores de las entrañas del centro veían a parte del «relevo generacional» de los clásicos pesos pesados del Central. Allí estaban representadas varias especialidades: endocrinología (Elías Delgado), nefrología (Francisco Ortega), radiología vascular (José García-Cosío), cirugía general (Luis Barneo), inmunología (Carlos López Larrea) y biología (Rubén Briones), a los que se sumaron el gerente del Hospital Central, Abelardo Román, y el jefe de la unidad de trasplantes y terapia celular, Jesús Otero. En las butacas del salón también había sectores implicados en la intervención. Era el caso de César Menéndez Claverol, máximo responsable de la Obra Social y Cultural de Cajastur, entidad que ha aportado 200.000 euros para la habilitación del laboratorio de trasplantes y terapia celular, un proyecto iniciado en marzo de 2004. Y es que los responsables del Central subrayan que el trasplante de islotes constituye «un puente» hacia la terapia celular, modalidad sobre la que están depositadas unas considerables expectativas. También la Fundación Médica Mutua Madrileña ha contribuido financieramente a la puesta a punto de la técnica. Y, en la vertiente social, estaban representadas las asociaciones de trasplantados hepáticos y renales, así como la Asociación de Diabéticos del Principado.