El Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) decide hoy si convoca nuevas movilizaciones en los centros de salud, después de la huelga de médicos que se desarrolló en la región el jueves y el viernes de la semana pasada con un elevado nivel de seguimiento. El conflicto está motivado, fundamentalmente, por la negativa de los facultativos a realizar jornada de tarde si no es de una forma voluntaria e incentivada. Las negociaciones llevadas a cabo antes de y durante el paro no dieron lugar a avances significativos.

«Queremos que quede muy claro que no va a haber ningún cambio en la jornada de trabajo», afirmó ayer José Manuel Martín Gutiérrez, responsable de atención primaria del SIMPA, quien hoy expondrá ante los delegados sindicales las razones por las que considera imprescindible impulsar nuevas «medidas de presión», toda vez que «con la huelga de la semana pasada no conseguimos nada». Martín Gutiérrez no quiere dar por sentado que vaya a celebrarse otra huelga, pero apostilla que «en atención primaria no tenemos muchas más opciones a la hora de plantear reivindicaciones». Sin embargo, incluso en la hipótesis más agresiva, los dirigentes del SIMPA no parecen tener en la cabeza un nuevo paro a corto plazo, sino una estrategia de más largo recorrido que permita una negociación sosegada. Aunque hoy la sección de primaria del sindicato diera luz verde a una nueva movilización, el comité ejecutivo del SIMPA es el órgano formalmente competente para oficializar la convocatoria.

Con referencia al respaldo previsible en una eventual huelga, Martín Gutiérrez admite que «superar las cifras de la semana pasada es prácticamente imposible». El alto nivel de seguimiento de la convocatoria del jueves y el viernes ha sido admitido incluso por el consejero de Salud del Principado, Ramón Quirós, y la gerente del Servicio de Salud (Sespa), Elena Arias.

Comunicado del Sespa

Otra evidencia cualitativa es que el paro fue secundado por médicos de muy diversas extracciones ideológicas, incluyendo profesionales tradicionalmente cercanos a posiciones socialistas. La huelga fue apoyada, asimismo, por las tres sociedades médicas de primaria (Samfyc, Semergen y Semg), cuyos responsables no han hecho pública aún su postura ante una posible nueva huelga.

La dirección-gerencia del Sespa ha hecho llegar a los médicos de los centros de salud un documento que detalla las negociaciones desarrolladas hasta el momento. Uno de los aspectos que subraya el comunicado es que el paro fue convocado «en el curso del proceso de negociación, y sin que mediara orden, instrucción, resolución o acto impositivo de ningún tipo».

El texto pone de relieve que «existe el compromiso de respetar jornada y horario». Pero matiza que en el caso de que se revelara «la necesidad de dar cobertura en horario de tarde en determinados centros», el Sespa «en ningún caso puede hacer dejación de tal responsabilidad». Lo cual, precisa la Administración sanitaria, «no excluye alcanzar el máximo nivel de consenso y buscar la adopción de soluciones satisfactorias para todas las partes».