¿Cómo es posible mantener una escoba invertida en la palma de la mano? ¿Y qué utilidades tiene este aparente entretenimiento circense para la vida cotidiana? La ciencia resuelve este problema gracias a la llamada «lógica borrosa» y la aplica a lavadoras, frenos ABS o helicópteros. A esta disciplina va a dedicar Cajastur el primer «maratón científico» que promueve, enmarcado en el programa «Cajastur y la ciencia». El proyecto fue presentado ayer por el director del área de relaciones institucionales y asuntos sociales de Cajastur, César Menéndez Claverol, y por los investigadores eméritos del European Centre For Soft Computing de Mieres, Enric Trillas y Claudio Moraga, el primero de ellos, además, director del maratón, que tendrá lugar en Gijón el próximo martes, 15 de abril, en el Centro Cultural Cajastur Colegiata San Juan Bautista, bajo el título «Domesticando la imprecisión». Según Trillas, «explicará a nivel muy sencillo cómo la lógica borrosa domestica lo impreciso del lenguaje y lo transforma en máquinas».