Oviedo,

Pablo ÁLVAREZ

Las «tripas» del Hospital Universitario Central de Asturias (Huca) son ahora distintas a las inicialmente diseñadas por los arquitectos Juan Navarro Baldeweg y Ángel Fernández Alba. Tal es así, que, según admitió anteayer el consejero de Economía del Principado, Jaime Rabanal, ese cambio de tripas -palabra empleada por Rabanal- ha requerido la elaboración de «1.500 planos más que recogen las modificaciones» introducidas y que afectan a aspectos como fachada, ascensores, climatización o aumentos de superficie de determinadas áreas del complejo sanitario.

A juicio de los portavoces del PP regional, de confirmarse que el coste de las modificaciones introducidas asciende a unos 45 millones de euros -cifra que apuntó el propio Consejero y que se sumaría a los 205,3 millones en los que se adjudicaron las obras-, «estaríamos hablando de un modificado del modificado, o sea, de un cambio tan sustancial que casi estaríamos hablando de otro hospital».

En la comparecencia de Jaime Rabanal ante la comisión de Economía de la Junta General del Principado, celebrada anteayer, los diputados populares Carlos Galcerán y José Agustín Cuervas-Mons subrayaron que «la obra lleva un ritmo del 40 por ciento sobre lo inicialmente previsto». Este dato les llevó a efectuar dos pronósticos. El primero: «Los asturianos van a pagar más de 7.000 millones de pesetas más de lo previsto por una mala gestión de este Gobierno». El segundo: «La obra terminará mucho tiempo después de los 54 meses de la adjudicación», es decir, mucho más allá de diciembre de 2009, fecha en la que vence el plazo que figura en el contrato.

De confirmarse que el sobrecoste rebasa los 41 millones de euros, una de las cuestiones que deberán dirimir las dos partes en litigio se refiere al pliego de condiciones de la adjudicación, que estipulaba que la Administración podrá modificar el proyecto «siempre que el total de la valoración» de los cambios «no sobrepase en más o en menos el 20 por ciento del presupuesto de ejecución». Por encima de este porcentaje, las modificaciones «no serán obligatorias para el contratista, que podrá solicitar la resolución del contrato».

En determinadas instancias del Gobierno regional se reconoce sin ambages que la faceta más floja del proyecto original eran las instalaciones (iluminación, energía, aire acondicionado...). Y aunque se subraye que muchos de los nuevos planos «son de desarrollo del proyecto inicial», Rabanal señaló en la Junta que las actuaciones que están ejecutándose «tienen, en algunos aspectos, muy poco que ver con el proyecto inicial».

¿Y en qué consisten los cambios introducidos en el diseño del nuevo hospital? Se distribuyen en diversos apartados. La superficie total pasa de 177.666 metros cuadrados a 189.048. En el epígrafe de accesibilidad se ha modificado la ubicación de la entrada principal al edificio de hospitalización: inicialmente, se hallaba en un extremo del bloque (de 285 metros de longitud), y ahora se ha emplazado en la zona central, lo que evitará las sobrecargas de unos pocos ascensores y reducirá las distancias. Asimismo, frente a esa entrada principal se ubicará una zona para el transporte público, antes inexistente.

Se incrementa el número de ascensores del edificio: pasan de 57 a 68. Otra mejora afecta al emplazamiento de las cocinas, que ahora se hallan más cercanas a la zona de hospitalización, con el fin de reducir los tiempos de reparto. El helipuerto se ha reubicado con el objetivo de responder a las exigencias de Aviación Civil. En el área ambulatoria, se ha aumentado la superficie, que pasa de 42.080 metros cuadrados a 50.093. Se amplía así el área de extracciones de sangre, se crea un bloque quirúrgico, se incrementa la superficie dedicada a enfermedades cardiovasculares y crece la zona destinada a tratamiento del cáncer.

Los cambios incluyen una nueva solución constructiva para la fachada Norte (se opta por una solución acristalada, similar a la de la fachada Sur) y la sustitución de las torres de refrigeración abiertas por torres híbridas cerradas de última tecnología, lo cual minimiza el riesgo de legionelosis y reduce el consumo de agua. En cada habitación se instalará un distribuidor de climatización que permite regular la temperatura de cada habitación de forma individual a voluntad del usuario.