Oviedo, E. B.

«La asignatura de Religión ha de tener una alternativa, pero el Consejero va a traspasar esa pelota a los centros». Es la opinión de Eduardo Jiménez, representante de la Asociación Profesional de Profesores de Religión en Centros Estatales de Asturias quien considera que los rumores que indican que la Consejería baraja un nuevo borrador que incluiría de nuevo la asignatura en el horario -que pasaría así de 30 a 31 horas obligatorias- supondrían sólo «un cambio aparente con una alternativa que no se sabe en qué consistirá». Ningún documento oficial, de momento, aunque hay quien se atreve a decir que se avecina un nuevo decreto, que confirme que la asignatura recuperará el lugar que los profesores de Religión y la Iglesia reclaman para ella.

Las especulaciones siguen siendo la tónica dominante sobre cuál será el lugar de la asignatura de Religión en el Bachillerato. «El Consejero sabe que lo tiene perdido, es una cuestión legal y él optó por una cuestión política», señala Jiménez, quien recuerda que tras la entrega de alegaciones por parte de los profesores realizada el pasado 14 de abril, «todo son especulaciones» sobre cuál será el resultado final de este proceso.

Otras comunidades como Cataluña y Baleares ya han iniciado el camino que Jiménez y sus compañeros reclaman para Asturias. De esta manera todos los alumnos tendrían una hora más y el asunto que debe dirimirse son los contenidos de esa nueva hora para los alumnos que no opten por la asignatura de Religión.

«Es una asignatura de carácter optativo, no voluntario», subrayó el representante, pero la Consejería debería dar instrucciones sobre los contenidos de la atención educativa que recibirán los alumnos como alternativa. Pero «el Consejero no lo deja claro y deja en manos de los centros establecerlos, cuando es él quien debería decidir».

En el caso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), la clase de Religión cuenta con dos alternativas: Historia de las Religiones y Atención Educativa, explica Jiménez. Para el Bachillerato queda, de momento, la prudencia y la confianza en el supuesto diálogo.