Barcelona

Investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) han descubierto que los osos producen durante su hibernación un inhibidor de la degradación de proteínas que impide que pierdan masa muscular, un hallazgo que puede abrir la puerta a futuras estrategias terapéuticas para el tratamiento de la caquexia en humanos.

El ciclo vital de los osos está marcado por la hibernación, un período que se puede alargar durante tres meses o más en el que estos mamíferos no comen, no beben, no orinan ni defecan. Durante este letargo, los osos conservan la temperatura corporal y, lo que resulta más asombroso, apenas pierden tejido muscular, de manera que cuando despiertan mantienen casi intacta su capacidad de moverse y la fuerza de sus extremidades.

El porqué estos animales, tras meses de absoluta inactividad, pierden grasa pero no masa muscular es lo que ha logrado explicar el equipo de investigadores. Los osos hibernantes son capaces de producir un potente inhibidor que impide la degradación de las proteínas de la musculatura. Ahora se trata de «aislar» este inhibidor de la degradación de las proteínas musculares para aplicarlo en humanos.

En las personas, la pérdida de masa muscular, conocida como caquexia, va ligada a patologías como el sida o el cáncer, pero también a la vejez y a la desnutrición.