Oviedo, E.G.

Hace treinta años que se habla de instalar en Asturias una Facultad de Ciencias de la Comunicación. El asunto reaparece, como el Guadiana, en cada campaña electoral al Rectorado y esta vez no ha sido una excepción, aunque, por el momento, no llegará a consumarse la posibilidad de cursar esos estudios en la Universidad de Oviedo. En los años setenta las clases en la Facultad de la Complutense no bajaban de los doscientos alumnos. A finales de los ochenta la asombrosa demanda académica, al calor del boom de la profesión, era cubierta por tan sólo cinco centros universitarios en España. Entonces sí tenía sentido, pero los recursos públicos para la Universidad de Oviedo eran mucho más escasos.

Probablemente Asturias ha perdido su última oportunidad, al menos de momento, para instalar una Facultad de Ciencias de la Comunicación, que abarca estudios de Periodismo, de Publicidad y Relaciones Públicas y de Comunicación Audiovisual.

Lo que ha sucedido con esta titulación no tiene antecedentes en España. De las cinco facultades a finales de los ochenta se ha pasado al casi medio centenar de centros oficiales, privados y públicos, que ofertan alguna de las titulaciones de Comunicación.

La situación es justamente la contraria a dos décadas atrás. Si antes había un ejército de aspirantes a periodistas y muy pocos centros universitarios que ofertaran la titulación, ahora hay un ejército de centros pero un alumnado que se reduce. Lo hace de forma abrumadora si comparamos las cifras de los años ochenta y principios de los noventa, y lo hace de forma sostenida en la última década, a excepción de un curioso repunte en el curso 2005-06.

Cada año comienzan a cursar estudios de Comunicación unos 3.500 jóvenes en toda España. Unos 2.500 lo hacen en universidades públicas, y el millar restante en universidades privadas. Ana Lucía Echeverri, decana de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Salamanca, afirma que «el descenso del alumnado es evidente» y se recuerda hace casi veinte años realizando el doctorado en la Facultad de la Complutense, en cursos con una media de 14.000 alumnos. Hoy queda algo más de la mitad.

La hipertrofia en el número de centros no para. La Universidad de Zaragoza ya tiene decidida su puesta en marcha, y la conferencia de rectores de facultades de Ciencias de la Información ya se ha dado por enterada de otros dos proyectos en marcha, en Cuenca (Universidad de Castilla-La Mancha) y en Castellón de la Plana. Cuarenta y ocho centros ofertantes y 3.500 alumnos cada año. La división es sencilla: tocan a 72 nuevos alumnos por centro. No son cifras que animen a gastarse un dinero en la creación de nuevas titulaciones en este campo.

La idea, además, de que la titulación de Comunicación no es costosa sirve quizá para los estudios concretos de Periodismo, pero no para los de Comunicación Audiovisual. En la Universidad de Salamanca, una de las de tipo medio, funcionan dos platós de televisión y siete estudios de radio. «Tenemos una infraestructura superior a la de cualquier emisora de la comunidad de Castilla y León» afirma la decana Ana Lucía Echeverri.

Fuentes académicas de las facultades de Salamanca, Navarra y Complutense de Madrid coinciden en señalar que las cifras actuales de alumnado reflejan el descenso demográfico -nunca tan pocos alumnos dispusieron de tantos medios universitarios- pero también el hecho de que los estudios de Comunicación se han liberado del «hinchazón» estadístico que duró décadas. Siguen siendo unos estudios de moda, pero no tanto. Con el periodismo se trabaja mucho y se gana poco, y las nuevas generaciones parecen no estar muy por la labor.

Se calcula que cada año inician los estudios de Ciencias de Comunicación algo menos de un centenar de jóvenes asturianos que, en general, encuentran acomodo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense de Madrid y, en menor medida, en Navarra, Santiago y Salamanca, además de una oferta privada muy desperdigada por todo el país. En la capital de España hay más de una docena de centros que imparten oficialmente algún tipo de titulación de Comunicación. En Barcelona la oferta agrupa no menos de ocho centros oficiales.

Madrid, Barcelona... pero también Valencia, Sevilla, Málaga, Bilbao, Vigo, Tenerife o Alicante. Todas «fabrican» comunicadores. Y Elche, Vic, Ávila o Segovia. Al menos, Asturias no está rodeada de facultades de Comunicación (ni la hay en Santander ni en León ni en Lugo, un consuelo). Los centros universitarios privados llegaron a tener 1.087 matrículas en el curso 2002-2003. Este año se quedan en unos 800. Para ellos también ha llegado la rebaja.