Oviedo / Gijón / Avilés,

P. Á. / A. R. / F. L. J.

El consejero de Salud del Principado, Ramón Quirós, atribuyó ayer el «ruido» que está generando la reforma de la atención primaria al hecho de que «afecta al statu quo» de determinados profesionales. Quirós agregó que ese efecto ruidoso «no me preocupa» y lo comparó con «lo que le está pasando al Partido Popular» a escala nacional. Sobre la actitud de fondo de su Departamento, aseveró que «un Gobierno que quiere ser progresista tiene que hacer cambios».

Quirós se pronunció de este modo en la Junta General del Principado, con motivo de una interpelación de Izquierda Unida sobre la situación de la atención primaria. Una intervención que la diputada Noemí Martín aprovechó para convertirse de nuevo en una especie de conciencia crítica del titular de Salud, a quien ofertó una receta con cuatro ingredientes: «Mucha prudencia», «diálogo y no imposición», «definición clara del proyecto» y «búsqueda de alianzas».

La diputada de la coalición recomendó a Quirós «echar menos gasolina al incendio» y lo acusó de haber conseguido algo «muy difícil»: «Poner a todo el mundo de acuerdo en su contra». A modo de síntesis, concluyó: «Párense por un momento para ver qué es lo que está pasando aquí».

Esta comparecencia tuvo lugar en un momento notablemente convulso para los centros de salud de la región. Ayer mismo se produjo la dimisión de la gerente de atención primaria del área de Avilés, que anteayer había sido desautorizada por sus superiores.

Entre tanto, los coordinadores de los centros avilesinos reiteraron ante la gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa) su intención de dejar sus cargos si el Sespa no renuncia a su proyecto de imponer la realización de guardias por las tardes. El panorama parece más tranquilo en los centros de salud de Gijón, donde los coordinadores centraron sus quejas no tanto en la orden de cubrir guardias como en los procedimientos seguidos por la Administración, por lo cual se mantiene la intención de comenzar este programa el 1 de junio con los profesionales que estén dispuestos a ello. Todo apunta a que en otras áreas este proyecto puede sufrir aplazamientos.

En su intervención de ayer, Quirós expuso las razones que han llevado a su departamento a acometer medidas reorganizativas en los centros de salud. Apeló especialmente a los objetivos de aumentar el tiempo que los médicos dedican a los pacientes, reducir las tareas burocráticas de los facultativos, mejorar las condiciones de accesibilidad de los usuarios que no pueden acudir al médico por las mañanas y paliar el déficit de médicos en las alas de Asturias.

El Consejero se quejó de la filtración a los medios de comunicación de las propuestas del Sespa. Y subrayó la disposición de la Administración regional a ser «flexible» con aquellos médicos que puedan toparse con dificultades objetivas para hacer guardias, caso de los que llevan largo tiempo sin realizar esta actividad o sin atender niños.

En el área sanitaria de Avilés, los nueve coordinadores de los centros de salud -sobre un total de diez- que hace una semana comunicaron su intención de dimitir el próximo 1 de junio si antes no se producía un cambio de actitud «claro e inequívoco» sobre las guardias, siguen en sus trece. La reunión que ayer mantuvieron con representantes del Sespa no acercó posturas. Y es que, si bien admitieron que les hicieron llegar «mensajes apaciguadores», no quieren palabras, sino hechos.

«Por malas experiencias pasadas, somos escépticos y bastante incrédulos ante las promesas que nos llegan de la Consejería, por lo que, agradeciendo el tono conciliador que mostró Elena Arias (la gerente del Sespa), no dejamos de sentir cierta desconfianza ante comentarios como que la Consejería acepta flexibilizar la implantación del sistema de guardias obligatorias», relató uno de los coordinadores asistentes a la reunión al término de la misma.

Los coordinadores de los centros de salud avilesinos, que actúan arropados por la mayoría de profesionales de la sanidad pública que trabajan en la comarca, aseguran que están dispuestos a hablar «de lo que haga falta», pero rechazan la vía de las imposiciones. «Si el Consejero quiere hablamos de guardias, de apertura de centros de salud por las tardes, de centralización de servicios... De lo que quiera, pero nunca con el puño sobre la mesa», explicó el improvisado portavoz médico.