Oviedo, D. D.

Oviedo, Diana DÍAZ

Conocen sus gestos y sus gustos. Algo imprescindible para empatizar sobre el escenario. La Joven Orquesta de Cámara de la Escuela Internacional de Música de la Fundación Príncipe de Asturias todavía saborea su último concierto, en el centro Schönberg de Viena. Relacionados con las aulas de la Escuela de la Fundación, los músicos rememoran la que fue su salida más importante hasta la fecha, la clausura del II Festival Spanien Modern, que organizó el Instituto Cervantes de la capital austriaca el pasado abril. Este verano, los jóvenes instrumentistas se reencontrarán en el curso que promueve la Fundación. El plazo de matrícula para recibir clase de cualquiera de las especialidades de la orquesta ya está abierto.

Para la mayoría de los músicos que forman esta orquesta, el concierto en el centro Schönberg fue su primer acercamiento a la música contemporánea. Mario Braña, Ana Fernández, Sara Arias, Alicia Magdalena, Sara Santirso y Juan Ureña son algunos de los nombres que afrontaron, con nota, el reto en una de las grandes capitales musicales. «Íbamos con miedo porque tuvimos el tiempo justo para preparar obras de gran dificultad. Pero el concierto nos quedó muy digno. ¡Y allí no vale "vender cualquier moto"!», exclamó la flautista y pianista Arias.

Arturo Tamayo, director especialista en música contemporánea, guió a los jóvenes músicos por la «Fantasía para violín y piano, Op. 47» y «Sinfonía de cámara Op. 9», de Arnold Schönberg; «Annotationes», de José Luis de Delás, y «Unordentliche inseln de la motte fouqué-vertonung für ensemble», de Christian Ofenbauer, compositor al que conocieron en Viena. «Se disculpó por haber escrito la parte del flautín tan aguda y pianísimo; dijo que había escrito la obra demasiado joven», recordó entre risas Santirso que, como sus compañeros, cursa el Grado Superior en el Conservatorio de Oviedo. Excepto Braña, que finalizó la carrera hace un año, todos se plantean su futuro llegado el cenit de los catorce años que abarcan los estudios musicales. Barajan la posibilidad de marcharse fuera a «ampliar experiencias personales y profesionales»; pero pretenden volver a Asturias para quedarse. No descartan ninguna opción, aunque la orquesta y la música de cámara se llevan la palma. Valoran la situación sinfónica de España, aunque son críticos. «Crean agrupaciones sin cimientos claros. Sólo con fines políticos que no aseguran solvencia y tranquilidad», opina la violinista Fernández, quien asegura que, en Europa, hay orquestas que reservan plazas para músicos de la comunidad. «Si eres igual de válido que otro músico extranjero ¿por qué no estudian medidas que den salida a gente de aquí?», se pregunta Fernández.

El concierto en el Spanien Modern abrió a los músicos otro camino más, el de la música contemporánea. «Sueño con formar un cuarteto de cámara, pero es difícil encontrar tres personas con mis inquietudes y tiempo para preparar obras», afirma Fernández. Por lo pronto, la flexibilidad de la Orquesta de la Fundación les permitirá cubrir diversos proyectos. Como el acercamiento a los sonidos modernos, respecto a los que los músicos lamentaron no poseer una base desde sus estudios. «Estaría bien que este festival de prestigio se trasladara a España, ya que pretende promover la creación contemporánea del país. En España no se conoce esta música», comenta Magdalena, flautista. El ritmo y los efectos sonoros fueron las dificultades capitales del programa que interpretó la orquesta en Viena. Para Magdalena, la obra de Ofenbauer transmitía una sensación de «concierto desconcertado». Según el viola Ureña, la sinfonía de Schönberg, en la frontera expresionista del autor, «suponía encajar partes instrumentales de gran dificultad técnica».

A Tamayo le sorprendió la conexión entre los atriles de la orquesta, que nació hace tres años en el seno de la Escuela de la Fundación. Los jóvenes músicos son una muestra de las nuevas generaciones que aprovechan las oportunidades musicales semi profesionales que ofrece Asturias. Se conocieron en las aulas del conservatorio y coinciden en las jóvenes formaciones. «Somos como un "Gran Hermano", que apoya las oportunidades didáctico musicales de Asturias porque, además de aprender, queremos cuidar el estatus de la música clásica, como un estilo ni raro ni aburrido», explica Braña, el concertino. Según Yuri Nasushkin, director artístico de la Escuela y profesor de muchos de ellos, Tamayo seguirá colaborando con la orquesta. «Es posible que este concierto se repita en Asturias», dice.

La idea se remonta a 1990, cuando seis profesores rusos llegaron junto a la Orquesta «Los Virtuosos de Moscú». Al no encontrar salida en Asturias, los cursos se trasladaron a Galicia cuatro años. En 1996 volvieron al Principado. En 2005, la Fundación Príncipe asumió la gestión y coordinación de la Escuela, incorporándola a su Área Musical, que acogía a los tres coros de la institución. Así, la Orquesta ha pasado de interpretar el concierto de clausura del curso de verano, a funcionar como «formación de festival». Con una plantilla flexible y colaboradora, el joven conjunto asume los retos que se presentan en la escuela a lo largo del año.

La Escuela Internacional de Música de la Fundación abre de nuevo sus puertas a la cantera musical. El período de inscripción para el curso de verano ya está abierto. El curso, que abarca todas las especialidades de la orquesta, se celebrará entre el 22 de julio y el 2 de agosto, en el Conservatorio de Oviedo.

En su 13.ª edición, el curso incorpora la especialidad de tonada -con Anabel Santiago-, clases de salud integral en la música, y nuevos profesores de viola y viento, entre los 38 del claustro. «Conservamos un claustro y programación de actividades estables que, a diferencia de otros cursos, le dan carácter de escuela», consideró Yuri Nasushkin, su director artístico. La orquesta, la organización de conciertos, clases de conjunto y de repertorio con pianista acompañante serán otros alicientes del curso estival, que «conecta los períodos lectivos de las enseñanzas oficiales, permitiendo conocer otras formas de trabajo», señaló ayer Alberto Veintimilla, director del Conservatorio, en la presentación del curso. Los interesados pueden consultar la web www.fundacionprincipedeasturias.org/esp/.