Oviedo

El médico Pedro Alonso y el multimillonario Bill Gates dieron a conocer el pasado mes de octubre, en Seattle (Estados Unidos), la noticia más esperada: la vacuna contra la malaria está cerca. El ensayo clínico llevado a cabo con un prometedor tratamiento había demostrado su eficacia en bebés africanos de sólo unas semanas de vida.

Este estudio marca «un hito en la lucha contra la malaria», subrayó en aquel momento el doctor Alonso -máximo responsable del proyecto-, con relación a una enfermedad que cada año contraen entre 300 y 500 millones de personas y causa entre 1 y 3 millones de muertes. En España no se registran casos autóctonos desde 1961.

El prometedor ensayo se llevó a cabo en la provincia mozambiqueña de Manhiça, en el sur del país. LA NUEVA ESPAÑA fue testigo del mismo durante unos días de julio de 2006. En él participaron 214 bebés entre 10 y 18 semanas de vida. La principal conclusión señaló que en niños menores de 1 año la vacuna es segura y protege al 65 por ciento de los inmunizados.

Ahora, el gran reto pendiente es un ensayo clínico con 6.000 niños de varios países africanos. Si la investigación llega a buen puerto, habrá una vacuna registrada en torno a 2010 o 2011. Luego habrá que organizar la compleja operación logística que permita que la vacuna llegue a quienes la necesitan: los más pobres entre los pobres del mundo.