Oviedo, Eduardo GARCÍA

El claustro de la Universidad de Oviedo es como el Parlamento de la institución académica asturiana, pero no levanta pasiones. Ayer, en las elecciones del nuevo claustro tras la toma de posesión del nuevo rector, hubo una abstención del 87 por ciento entre una comunidad universitaria que no encuentra alicientes en el que es, por estatutos, el máximo órgano de representación de la Universidad.

Un claustro compuesto por el rector, el secretario general y el gerente, más trescientos miembros. Eso, en teoría. En la práctica no se llegará a ese número porque en dos departamentos, Cirugía y Especialidades Quirúrgicas, y Filología Clásica y Románica no se presentaron candidatos. Seis miembros menos para el claustro. En otras 23 mesas no fue preciso votar, ya que se habían presentado el mismo número de candidatos que puestos a cubrir.

Fue una jornada de absoluta normalidad. Casi se diría que demasiada. El rector, Vicente Gotor, valoraba a última hora de la tarde, y cuando los resultados comenzaban a salir en la página web de la Universidad, esa ausencia de incidencias y explicaba el camino a seguir: primero, constitución del claustro, y en octubre, ya en período lectivo, la elección de los miembros del consejo de gobierno, que tienen que salir precisamente del claustro y la de los jefes de departamentos. Gotor se mostraba prudente, pero los primeros resultados, con alguna notable y hasta sorprendente excepción, confirmaban que se había mantenido el sentir universitario expresado semanas atrás en las elecciones al Rectorado.

En realidad es el colectivo de los profesores doctores quien tiene la sartén por el mango, al ocupar 159 plazas, más de la mitad de la totalidad del claustro. El siguiente sector en importancia claustral es el de los estudiantes, con 75 miembros.

Lo cierto es que de 23.579 universitarios con derecho a voto, se acercaron a las urnas un 13.01 por ciento. El sector de estudiantes de primer y segundo ciclo se quedó en un 7,7%, mientras que el personal de Administración y Servicios (PAS) logró superar el 60% de participación, y los profesores doctores superaron el 87%. El resto de profesores llegó al 30% y la participación de los estudiantes de segundo ciclo fue más bien sonrojante: el 2,06%. La participación global, del 13%, es pobre, pero al menos se superó en un punto la de hace cuatro años.

La mesa donde más participación hubo fue en las mesas de los departamentos de Economía Cuantitativa, de Morfología y Biología Celular y en Química Física y Analítica, donde votaron el cien por cien del censo. Por otra parte, el índice de participación más alto en el grupo de los estudiantes se registro en la Facultad de Ciencias que alcanzó el 23,21%. Por el contrario, el índice más bajo fue en la Facultad de Biología con el 3,87%.

El estudiante con mayor apoyo fue Andrés Fernández Vilanova, en Medicina, con 111 votos. En la misma Facultad, Alberto Penas obtuvo 83. Alberto Silva, en Derecho, fue el más votado en su grupo, con 69 sufragios. En la Facultad de Historia, donde se habían producido los únicos incidentes durante la campaña electoral con denuncia de supuestos acosos y amenazas por parte de miembros de una candidatura hacia dos de los candidatos, los resultados se decidieron poco menos que al sprint, con catorce jóvenes en un abanico de 18 votos.