Oviedo, E. F.-P.

La esposa de Carlos Bousoño, abogada, manifestó a LA NUEVA ESPAÑA su satisfacción por la resolución del Juzgado de Majadahonda. «La misma juez nos ha vuelto a dar la razón. Se ha hecho justicia y eso es lo que importa», declaró.

Existe la posibilidad de que la sobrina de Aleixandre recurra la sentencia, indicó, pero Ruth Bousoño considera que «lo único que importa ahora es que la justicia nos ha vuelto a dar la razón». No quiso analizar las implicaciones de este fallo judicial en la venta del archivo, prácticamente cerrada con la Junta de Andalucía y que quedó paralizada por el litigio entre los Bousoño y la familia Aleixandre, y sobre la retirada de la Diputación de Málaga de la compra objetó que «a quien ofrecimos el archivo de Vicente Aleixandre fue únicamente a la Junta de Andalucía».

En su día, cuando la sobrina del poeta sevillano emprendió medidas legales contra el matrimonio, la abogada defendió su posesión y señaló que «tenemos un título doble de propiedad: la donación en vida que nos hizo el poeta y la posesión pacífica e ininterrumpida de seis años que exige el artículo 1.955 del Código Civil, y nosotros llevamos más de veinte años poseyendo el archivo».

Ruth Bousoño aseguraba por aquel entonces que la familia de Aleixandre cobraba derechos de autor desde hacía 16 años por el libro «En gran noche», un volumen «que salió de los manuscritos inéditos del poeta» que obran en poder de Carlos Bousoño. «Amaya Aleixandre no puede decir que su tío sólo le cedió a Bousoño la biblioteca porque ha estado cobrando derechos de autor de ese libro», objetó.

En un artículo publicado en LA NUEVA ESPAÑA en octubre de 2007, Carlos Bousoño y su esposa mantienen que Aleixandre se desplazó hasta su casa de Majadahonda en 1983 para hacerles «entrega simbólica de algunos de los objetos que conforman» su archivo. «Hay fotos que reflejan la presencia de Aleixandre delante de las estanterías de mampostería que nos estaban construyendo para el día que tuviéramos que traer una biblioteca completa», aseguran.