Oviedo,

Elena FERNÁNDEZ-PELLO

El Juzgado de primera instancia n.º 7 de Majadahonda (Madrid) ha resuelto a favor de Carlos y Ruth Bousoño la demanda interpuesta por la sobrina de Vicente Aleixandre por la propiedad del archivo de su tío, al considerar probado que ambos ostentan la posesión de los bienes que componen ese legado al menos desde el años 1984 y que no hay indicios de mala fe en la apropiación de esos bienes, entre los que hay mil quinientos manuscritos, documentos y objetos personales del Nobel sevillano.

La sobrina del escritor, Amaya Aleixandre, se declaró heredera de su tío. En diciembre de 2007, en vísperas de que los Bousoño cerraran la venta del archivo a la Junta de Andalucía, les envió un requerimiento para que se abstuvieran de disponer de bienes que pudieran formar parte de la herencia, y el juez decretó medidas cautelares en atención a su demanda. En 2008 interpuso una demanda contra los Bousoño, que ya fue resuelta en septiembre de aquel año a favor del matrimonio. Amaya Aleixandre alegaba que su tío había otorgado testamento, firmado en el año 1940, en favor de su familia y que sólo de palabra había encomendado a su hermana que donara a Carlos Bousoño su biblioteca y un cuadro de Ulbricht.

El poeta y su esposa han mantenido desde el inicio de esta polémica que Vicente Aleixandre realizó en vida la donación de su archivo y que, por lo tanto, los bienes que comprende quedan excluidos del testamento del autor.

Ahora, el mismo Juzgado de Majadahonda que dictó sentencia a favor de los Bousoño en 2008 se reafirma en su dictamen al considerar, en el nuevo fallo emitido el pasado 4 de mayo, que «al menos desde 1984 los hoy demandados han venido poseyendo los bienes objeto de este procedimiento a título de dueño, al haber realizado actos externos indicadores de tal circunstancia». En concreto, el magistrado alude al homenaje a Vicente Aleixandre celebrado el 18 de diciembre de 1988 en la ciudad de Barcelona, en el transcursos del que se mencionó la existencia del disputado archivo sin que la sobrina del Nobel, que asistió al acto con su padre, hiciera ninguna objeción sobre su propiedad.

Considera que la posesión del archivo por parte del matrimonio Bousoño se desprende también de las numerosas publicaciones que se han sucedido desde el fallecimiento del poeta sevillano, en 1984, en las que les mencionaba explícitamente como dueños del archivo.

El tribunal desestima las alegaciones de la sobrina de Aleixandre sobre «la clandestinidad» con la que, según su demanda, Carlos y Ruth Bousoño se apropiaron de los documentos del poeta, ya que considera evidente que el matrimonio ha realizado «actos externos de posesión» de los que ella misma estaba informada. «No puede alegar ahora que los demandados han ocultado los bienes en perjuicio de la demandante», concluye.

Por otra parte, el juez destaca que «en ningún momento se acredita la vulneración del derecho de propiedad intelectual del que es titular» la sobrina del Nobel, ya que los derechos de autor generados por las diversas publicaciones en las que se han utilizado documentos que forman parte del archivo de Vicente Aleixandre han sido entregados a su sobrina y heredera.

El archivo de Vicente Aleixandre es uno de los más completos de un miembro de la Generación del 27. Está constituido por una biblioteca de unos 3.000 volúmenes, por manuscritos en verso y en prosa del poeta, entre los que hay numerosos inéditos, y por cartas de Azorín, Baroja, Jorge Guillén, Luis Cernuda, Dámaso Alonso, José Hierro, Claudio Rodríguez, José Ángel Valente y Octavio Paz, entre otros muchos escritores. Incluye, además, revistas literarias, documentos bancarios y objetos personales del poeta.

De este polémico archivo forman parte un retrato de Vicente Aleixandre firmado por John Ulbricht, expuesto en la Feria mundial de Nueva York, y un grabado de Joan Miró. Lo que no figura en él es la medalla que se le entregó al otorgarle el premio Nobel ni el expediente completo de la concesión de este galardón.