Oviedo, P. RUBIERA

El mundo de los neandertales y la cueva de Sidrón, el arte paleolítico, las minas de la sierra del Aramo y la arquitectura de la Monarquía asturiana serán las etapas históricas más representativas en el Museo Arqueológico de Asturias. Así se desprende del proyecto museológico, dirigido y coordinado por la catedrática de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid Carmen Fernández Ochoa, al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA. El texto se encuentra actualmente pendiente de estudio y aprobación en el Ministerio de Cultura, organismo titular de la institución.

El protagonismo de Sidrón se justifica en el documento, porque los restos humanos hallados en la cueva de Piloña están permitiendo avances en el conocimiento del hombre de Neandertal punteros en el contexto europeo. En cuanto al arte paleolítico, algunos de los tipos existentes en Asturias son únicos y característicos de la región. Las minas del Aramo han aportado restos humanos y útiles singulares que demuestran la riqueza mineral de la región. Respecto al arte de la Monarquía asturiana, también conocido como Prerrománico, es único en el contexto europeo de la época, tanto en calidad como en cantidad. Además, las intervenciones en ellos a lo largo de la historia, han permitido la recuperación de muchos de sus restos arquitectónicos, que se custodian en el Arqueológico.

Elaborado por un equipo científico en el que están integrados los más destacados especialistas vinculados a la arqueología asturiana -la mayoría, profesores de la Universidad de Oviedo-, el texto es un vasto documento que se divide en cuatro capítulos. El primero de ellos, denominado «Base documental», es una introducción explicativa de los contenidos, imprescindible para realizar la propuesta expositiva. Realizado por cada uno de los grupos de investigadores de acuerdo con unos criterios fijados en las reuniones conjuntas, además de la temática científica y organización de contenidos, incluye sugerencias sobre aspectos museográficos y una referencia bibliográfica.

El segundo de los capítulos se refiere a los contenidos temáticos y a la propuesta expositiva. Se seleccionan cinco áreas temáticas principales: Los tiempos prehistóricos, Neolítico y Edad de los Metales, El tiempo de los castros, Roma en Asturias y Asturias medieval; se propone, además, un área complementaria: De colección a museo y memoria histórica de la arqueología asturiana.

Las fichas de objetos arqueológicos y los planteamientos generales sobre la exposición permanente serían los otros dos capítulos del proyecto.

El Arqueológico de Asturias «ha de ser un museo con perspectiva de futuro», cabecera de la futura Red de Museos Arqueológicos del Principado. Deberá mostrar «la potencia y calidad de la arqueología asturiana» y ser «un centro con función didáctica y educativa», según se afirma en el documento.

En el texto también se hace referencia a la «escasísima dotación de recursos humanos y económicos» con la que se puso en marcha la elaboración del proyecto museográfico. Se cuenta, asimismo, que en el momento de elaborar el programa de la exposición permanente, «los fondos del Museo se encuentran almacenados en una nave industrial sin un orden topográfico preciso y sin que se hubiera procedido a una redefinición y actualización del depósito antiguo o del correspondiente a las más recientes excavaciones». Y se añade: «La ausencia de esta primordial tarea de revisión de la colección ha supuesto un gran "handicap" a la hora de redefinir el museo, de tal manera que esta labor se ha tenido que realizar de forma intermitente al compás de la elaboración de la "Base documental" y, en consecuencia, ha supuesto un gran esfuerzo, tanto para el equipo científico como para los arqueólogos que han operado como asistentes técnicos».

Si se cumplen los plazos propuestos, el Museo Arqueológico inaugurará su exposición permanente a comienzos de 2010 y será con posterioridad a este acontecimiento cuando se retome el plan museológico «para completarlo sentando las bases para garantizar su funcionamiento futuro».

La exposición deberá contar con producciones multimedia, para englobar el diseño de elementos interactivos, audiovisuales y multimedia. El proyecto propone incorporar algunas escenografías que faciliten la comprensión del discurso y sugiere, entre otros, el caso de las pinturas del Paleolítico, el ídolo de Peña Tu, los entibados mineros de Boinás y la iglesia de San Miguel de Lillo.

En lo que respecta a la celda del padre Feijoo, el proyecto museográfico propone su recreación tal como estaba en la antigua exposición del Arqueológico, aunque con «una actualización» que la dinamice y la haga atractiva. Para su realización se cuenta con varias fotografías, así como con todos los materiales que compró la antigua Diputación en la década de 1950 para diseñar su recreación.

Dirección y coordinación: Carmen Fernández Ochoa.

Dirección del Museo: Elisa Collado.

Los científicos:

Prehistoria: Rodrigo Balbín, Soledad Corchón, Juan Fernández-Tresguerres, Javier Fortea, Mario Menéndez, Marco de la Rasilla, Adolfo Rodríguez Asensio.

Neolítico y Edad del Bronce: Miguel Ángel de Blas Cortina.

Edad del Hierro: Jorge Camino Mayor y Ángel Villa Valdés.

Época castreña y romanización: Carmen Fernández Ochoa y Ángel Villa Valdés.

Edad Media: J. Avelino Gutiérrez. González y Lorenzo Arias Páramo.

Epigrafía: Rosa Cid López.

Numismática: Fernando Gil Sendino.

Historiografía: José A. Fernández de Córdoba.

Equipo técnico: Carmen Benéitez González, J. A. Fernández de Córdoba, Fernando Gil Sendino, Belén Madariaga y María Noval.