Basta con salir a la calle para darse cuenta de la euforia: la gente está como loca con esto de la televisión digital terrestre. Los vecinos caminan más resueltos, con una sonrisa permanente, y lo que antes de la TDT -cuando sólo teníamos los seis canales nacionales y los locales y autonómicos- podían ser unos saludos fríos y rutinarios se convierten ahora en explosiones de júbilo al cruzarse por las esquinas, en sinceros abrazos, en risas descontroladas ante la menor referencia al nuevo sistema de televisión que se implantó la semana pasada. Enemigos de toda la vida se reconcilian. Se oyen salir cantos embriagados y colectivos de los bares. La crisis, Cristiano Ronaldo, la gripe A son asuntos del pasado que jamás se recuerdan en las conversaciones de los grupos que se forman espontáneamente en los parques y las plazas ante el hecho de que cualquier desconocido se ha convertido en un hermano al compartir esa calidad en la recepción de la señal, esa posibilidad de disfrutar tanto de canales de televisión como de radio, esa promesa de que en el futuro habrá canales de pago.

Porque, claro está, no se habla de otra cosa. «¿Viste la teletienda de Cincoshop?», se pregunta desde el entusiasmo. «Pues anda que la de Tienda en Veo». «Nosotros en casa ya sólo vemos las noticias de 24h y las imágenes de Teledeporte». Y durante unos momentos cientos, miles de paseantes corean al unísono «¡Teledeporte, Teledeporte, Teledeporte!». «Mi tío pudo ver ayer en FDF un capítulo repetido de "Sin tetas no hay paraíso"». «¿Y esos imitadores tan buenos de Intereconomía que tienen que poner debajo el nombre del imitado para que se sepa quién es?». «¿Por qué llora ese?», «es de emoción, es que en Hogar10 reemiten "Juicio de parejas", aquel fallido programa matinal de relleno de hace unos años en la Sexta». Un sentimiento de unidad victoriosa, de colectividad que entra en la Historia de España recorre la Península de esquina a esquina, y tal parece que se hubieran convocado de nuevo elecciones europeas.

www.antoniorico.es