Oviedo, E. F.-P. / P. Á.

La Universidad de Oviedo necesitará en torno a un centenar de nuevos profesores para implantar de forma plena el plan Bolonia. El vicerrector de Profesorado, Julio Antonio González García, subrayó que este dato es, por el momento, una aproximación. Lo que sí está concretado es que los doce grados y los másteres que comenzarán a funcionar este próximo curso con arreglo al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) requerirán -una vez que estén desplegados en toda su extensión- la incorporación de 27 docentes.

Este discurso reivindicativo del equipo de gobierno de la Universidad choca con el mensaje de austeridad que en las últimas semanas ha enarbolado el Gobierno regional. El presidente del Ejecutivo, Vicente Álvarez Areces, afirmó ayer que la institución académica «tendrá que ajustarse a las disponibilidades del momento actual de dificultad, en las que se minora de forma notoria la recaudación».

En una entrevista concedida ayer a Radio Nacional de España en Asturias, Areces envió un mensaje de mayor calado al equipo rectoral al argumentar que «la Universidad de Oviedo ha minorado en muchos miles el número de alumnos y nosotros no hemos reducido la financiación nunca».

La financiación de la institución académica asturiana lleva camino de convertirse en persistente objeto de debate. Areces comunicó días atrás al rector, Vicente Gotor, que la precariedad de las arcas públicas podría impulsar al Gobierno autonómico a congelar la partida anual destinada a la Universidad de Oviedo, de modo que la estipulada para 2010 sería idéntica que la del año en curso.

El equipo de Gotor no se ha mostrado precisamente feliz ante este anuncio. Santiago Álvarez, vicerrector de Planificación Económica, subrayó que la aplicación de un crecimiento cero a los salarios de todo el personal de la Universidad no impediría que los gastos de personal se incrementaran anualmente en 1,7 millones de euros debido a las percepciones en concepto de trienios de antigüedad, quinquenios de docencia y sexenios de investigación. Más aún, a la Universidad le faltan unos cuatro millones de euros para hacer frente al pago de las nóminas de sus trabajadores en lo que queda de año.

El Gobierno asturiano se muestra reticente a realizar una aportación adicional a la ya otorgada a la institución académica. Areces señaló ayer que, «hasta ahora, la Universidad ha tenido una atención prioritaria por parte del Gobierno». Y agregó que «espero que todo tenga una solución, como la va a tener también dentro del Gobierno».