Oviedo, M. S. MARQUÉS

La iglesia prerrománica de San Salvador de Valdediós se enfrentará a partir del otoño a un período de obras que buscan devolver al edificio su esplendor original. Más conocido como el «conventín», el templo de Valdediós presenta en la actualidad un estado preocupante que reclama una intervención urgente encaminada a reparar el deterioro que los años y las humedades han causado a un edificio representativo del mejor arte asturiano.

Levantada en el siglo IX durante el reinado del monarca Alfonso III, la iglesia fue consagrada en el año 893, según se recoge en la lápida de fundación. Situada a pocos kilómetros de Villaviciosa, formó parte de un viejo monasterio hoy desaparecido, en las cercanías de un conjunto palaciego al que el monarca se retiró cuando fue sustituido en el trono por sus hijos.

El proyecto de rehabilitación, diseñado por el arquitecto Javier Felgueroso y anunciado recientemente por la consejera de Cultura, Mercedes Álvarez, comprende la restauración integral del edificio haciendo especial hincapié en la consolidación estructural y en la protección frente a las humedades, responsables principales del deterioro de la construcción.

Empezando por el tejado, son varias las actuaciones. La necesidad de renovar la cubierta va a ser aprovechada para devolver al templo su aspecto original. La conservación de dos hiladas de cubrición de tipo romano permitirá encargar a un taller de teja artesanal el mismo modelo para sustituir las actuales tejas por otras, réplica de las originales. Valdediós tenía como otros edificios prerrománicos una cubierta formada por «tegulae» de tipo romano. Este tipo de cubrición subsistió hasta 1980, cuando fue desmantelada durante unas obras de rehabilitación que dieron al traste con la única cubierta primitiva prerrománica que se conservaba íntegra hasta ese momento.

Ahora, con la renovación del material se aprovechará también para colocar una lámina impermeabilizante que evite filtraciones de agua al interior y que al mismo tiempo permita la transpiración de la bóveda. Está previsto que la licitación de las obras se realice en septiembre y que las mismas puedan iniciarse en el mes de octubre, lo que expone al templo a los rigores del invierno, que se salvarán con la colocación de una cubierta estanca que lo protegerá durante la ejecución de las obras.

Pero no sólo habrá atención para el tejado, los muros también tendrán su parte. Valdediós presenta en las esquinas y en los contrafuertes buenos sillares, piezas que contrastan con los paños intermedios que han sido levantados con sillarejo irregular. Ahora se llevará a cabo un proceso de revoco que dará estanqueidad a los paramentos. También se aplicará la limpieza manual de dichos muros y la consolidación de los sillares y de otros elementos. Se aplicará mortero de cal para rejuntar y un tratamiento antihumedad para las paredes.

El «conventín» conserva la planta basilical clásica de tres naves. Tiene anexas dos estancias laterales o sacristías y adosada a la sacristía sur un recinto conocido como capilla de los obispos. Este espacio cuenta con una bóveda cuyo llamativo deterioro ha exigido la realización de un estudio de la Universidad de Oviedo, que ha analizado su situación estructural y el arco de acceso. La intervención prevé la consolidación de la bóveda, así como de los estucados interiores y de restos de pintura. También se repararán las fisuras de la lápida de la consagración y otros sillares.

Además del tratamiento que se dará a las pletinas metálicas de los arcos de las dependencias laterales, una intervención de mayor rango será la que se centre en el drenaje perimetral que se alejará cuatro metros de las fachadas laterales para recoger las aguas de escorrentía. Con esta actuación se trata de corregir las humedades, para lo que se tratará la parte inferior de los muros para evitar las filtraciones por las salpicaduras de lluvia al caer sobre los cantos rodados del suelo.

El proyecto de rehabilitación tiene un presupuesto que supera el medio millón de euros, de los que 343.143 son financiados con cargo al 1 por ciento cultural. En una segunda fase, se prevé la renovación de carpinterías, la reposición de pavimentos exteriores y los estudios del suelo, entre otras actuaciones.