Oviedo, P. Á.

María Rita Fernández fue operada de cáncer de mama en el Hospital Central de Asturias el pasado mes de marzo. A continuación, se sometió a dos ciclos de quimioterapia que concluyeron a finales de agosto. «Me dijeron que tenía que empezar con la radioterapia en un plazo máximo de ocho semanas después de terminar con la "quimio"», explica la paciente ovetense.

Sin embargo, el tiempo fue pasando y la ansiada llamada para comenzar el tratamiento no acababa de llegar. Lo último que le dijeron es que una de las máquinas de radioterapia del Hospital Central «estaba averiada a causa de la sobrecarga de actividad». Presentó una queja en el servicio de atención al paciente.

A media tarde de ayer, María Rita Fernández continuaba esperando tanto la respuesta a su reclamación como la llamada para iniciar la radioterapia. «Conozco a más mujeres en situaciones muy similares y puedo asegurar que, aparte del perjuicio físico que produzca el retraso del tratamiento, la angustia psicológica es tremenda», testimonia la mujer.