Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

Los asturianos cada vez demandan más tratamientos de radioterapia para tumores y, además, estos tratamientos son cada vez más complejos y sofisticados y, como consecuencia, requieren más tiempo. Éstos dos factores han originado en los últimos meses un notable aumento de la lista de espera del servicio de oncología radioterápica del Hospital Central de Asturias, con el consiguiente retraso de unos tratamientos que, en la mayoría de los casos, no admiten demasiada demora.

Con el fin de atajar una situación que se había hecho crónica -no meramente coyuntural- y había adquirido tintes preocupantes, los responsables del Servicio de Salud del Principado (Sespa) se han visto obligados a recurrir a una medida que carece de precedentes: solicitar el apoyo del Hospital de Jove para atender a pacientes del Central. De manera que, hoy mismo, el centro sanitario gijonés pondrá en marcha sus dos aceleradores lineales en turno de tarde (desde las tres hasta las diez de la noche) para poder hacer frente a ese aumento de la demanda. Una vez que se supere el apurón inicial, está previsto que Jove atienda prioritariamente a los pacientes del área sanitaria de Avilés.

Los hospitales Central y de Jove son los únicos de Asturias que disponen de unidades de radioterapia. La de Jove entró en servicio en septiembre de 2006, tras una intensa polémica entre quienes defendían un servicio único y potente en el centro sanitario ovetense y quienes abogaban por una descentralización hacia el hospital concertado gijonés.

El personal de oncología radioterápica de Jove depende del Hospital Central de Asturias. Según Mario González, gerente del Central, la ampliación del horario de funcionamiento ha exigido la contratación de un oncólogo radioterapeuta, un físico médico y cuatro técnicos especialistas. Es la primera vez que el Hospital de Jove activará sus dos aceleradores por las tardes de forma sostenida. Mario González estima que cada máquina efectuará un promedio de unas 20 sesiones por tarde.

Los aceleradores del Central funcionan de ocho de la mañana a diez de la noche, de lunes a viernes. Para dar respuesta al aumento de la demanda, la disyuntiva era organizar un turno de noche o derivar pacientes a Jove. «No era conveniente que nuestras máquinas trabajaran más», señala el gerente del Central, quien agrega que la derivación a Jove se prolongará «hasta el momento en que la situación esté regularizada, lo cual dependerá de la demanda». No sería de extrañar que esta colaboración de Jove se extendiese hasta la puesta en marcha del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que estará dotado de cuatro aceleradores lineales (el actual dispone de dos aceleradores y una bomba de cobalto).