Valencia

El profesor de un colegio de Oliva, en la Comunidad Valenciana, ha sido condenado por la Audiencia Provincial a pagar una multa de 300 euros como autor de una falta de «vejaciones injustas leves» en la persona de un alumno de sexto de primaria.

Los hechos ocurrieron el curso pasado, cuando el profesor, que era además tutor del niño, al menos en una ocasión sacó al escolar a la pizarra y se burló de él. Esta actitud del maestro motivó las risas del resto de alumnos. Una de las veces lo insultó llamándolo «ceporro, palurdo e inútil».

En el colmo del insulto, la sentencia recoge y considera probado que el profesor, lejos de recriminar la actitud de otro alumno que mandó «a la mierda» a la víctima, el docente respondió que «ya estaba en la mierda». El menor comunicó los hechos ocurridos a sus padres, que consideraron injustificable el comportamiento del profesor de su hijo e iniciaron un proceso judicial contra él que ha acabado dándoles la razón.

Durante el proceso judicial, se contó con el testimonio tanto del alumno afectado como de sus padres y, además, se aportaron las declaraciones de dos alumnas de la clase, compañeras del menor. Ambas corroboraron la versión que finalmente fue valorada por el juez.

En cambio, el profesorado del centro docente envió una declaración conjunta en favor del maestro recordando «su gran calidad personal y profesional».