Gijón, Ángel CABRANES

«Necesitamos respirar, pero para tomar impulso». Utilizando un juego de palabras con uno de sus grandes éxitos, la canción «Necesito respirar», Medina Azahara presentó ayer en Gijón, en la sala Albéniz, su disco número 29: «Origen y leyenda». El grupo cordobés de rock, medalla de oro al mérito en las Bellas Artes 2006, señala que «tras treinta años de trayectoria todavía nos falta por ofrecer lo mejor» y destaca que sus conciertos «son la gasolina para aguantar tanto tiempo».

Como no podría ser de otra manera, Manuel Martínez, solista del grupo, toma la voz cantante a la hora de analizar el bagaje de Medina Azahara. Eso sí, bien acompañado por el guitarrista Paco Ventura y el batería, Manuel Reyes. «Es bonito estar tanto tiempo en algo que te gusta hacer. Ojalá aguantemos treinta años más, porque eso significaría que estamos vivos, física y musicalmente», afirma Manuel Martínez, mientras acaricia las grandes botas de punta de acero con las que tantos escenarios ha pisado. «Todo el mundo nos dice que somos una leyenda viva. Iniciamos en los años 70 el movimiento del rock andaluz junto a grupos como Triana, Alameda, Imán, Mezquita... Algunos han ido desapareciendo, pero nosotros seguimos aquí. Esto nos ha motivado a bautizar nuestro último trabajo como "Origen y leyenda"», explica Martínez.

Un nuevo disco que, como su propio solista define, «está lleno de temas redondos. Son canciones que para nosotros son de lo mejor que hemos hecho a lo largo de nuestra historia. No hay ninguno de relleno». Buena parte de ellos pudieron ser escuchados ayer en Gijón, aunque Medina Azahara reservó parte del repertorio para sus grandes clásicos. «La gente nos pide que interpretemos temas que ya son himnos del grupo, como "Paseando por la Mezquita" o "Velocidad" y a nosotros nos gusta vivir junto a ellos esas sensaciones. Sentir el respeto cuando comienzas a tocar es lo que hace grande a un grupo y a su público», subraya convencido Paco Ventura. El conjunto se muestra unánime al reconocer que internet «es un buen escaparate a la hora de un nuevo trabajo», aunque matizan que «el problema de respetar los derechos de autor es algo que debe asumir el Gobierno. Saben cómo hacerlo pero no quieren. La culpa no es de la Sociedad General de Autores. España está alejada de la realidad de pagar un canon a la hora de bajarse música, algo que ya funciona con normalidad en otros países. Creo que ganaremos esa batalla». Mientras, la incombustible banda cordobesa solo pide «hacer quince discos más y otros tantas giras».