Ángel Álvarez, un ilustre ovetense de las ondas, era quien le ponía música a España hace cincuenta años. Lo hacía desde La Voz de Madrid y desde el programa «Caravana musical»; «algo que me gusta recordar constantemente», explicaba a LA NUEVA ESPAÑA el radiofonista en una entrevista realizada en 2004, pocos meses antes de sus fallecimiento en Madrid y coincidiendo con su retirada de las ondas, entonces en M-80 con su otro santo y seña: «Vuelo 605». Hasta ese momento llevaba cuatro décadas con su sugerente voz al micrófono y su selección musical de alta calidad. Ángel Álvarez fue el pionero de la radio musical, y «Caravana», el transporte usado para su música.

«Caravana» cumple 50 años este sábado, 24 de abril, y con tal motivo se van a reunir los hijos de Ángel Álvarez, sus amigos, sus discípulos, sus colaboradores directos y hasta un consejero de RTVE. Se trata de una reunión entrañable para recordar su figura.

Ángel Álvarez, ovetense de la calle Mon cuya profesión era la de operador de radio en los vuelos de Iberia, aprovechaba los viajes a Nueva York para traer aquellas magníficas músicas, los nuevos sonidos que hicieron despertar y cambiar el ritmo de España. «Él puso color a una España en blanco y negro», comenta Manolo Fernández, uno de sus fieles seguidores, que estuvo a su lado entre 1980 y 1982, en los tiempos de «Vuelo 605», su otro histórico programa. Aunque Manolo Fernández, que mantuvo relación personal y laboral con Álvarez hasta su muerte, en seguida cita a la mano derecha del radiofonista ovetense, Charly Domínguez, una persona que desarrollaba los guiones de los programas que luego acababan «en la Gran Vía, en la sede de la Cadena Ser», cuenta Fernández. «El vuelo» comenzó en Radio Peninsular, también en los años sesenta. Y fue el programa de más larga vida de la radio española: cuatro décadas, desde la segunda mitad del siglo XX hasta completar casi el primer lustro del siglo XXI. Pero «Caravana musical» fue la punta de lanza, la referencia, la apertura del país a otros ritmos, los nuevos ritmos de la música popular.

Manolo Fernández está rindiendo homenaje a «Caravana» y a las «Series doradas» de Ángel Álvarez desde uno de su programas en RNE, «Con 3 acordes» (también conduce «Toma uno» en Radio 3). Y es que «Caravana», además de haber sido la «gramola» de la España de los sesenta, era un fenómeno social, que generaba grupos de amigos y alianzas. Cuenta Manolo Fernández que su esposa, Carmen Bargueño, «fue de "Caravana" y nos conocimos en la radio».

Y tanto que el locutor ovetense le cambió el color a España. Con él entraron los sonidos de Elvis, Dylan, los «Byrds», Ricky Nelson, Sam Cooke... y tantos pioneros del pop-rock.

En aquella conversación con LA NUEVA ESPAÑA, Ángel Álvarez decía de La Voz de Madrid que «era la emisora de la buena música». Y lo contaba a este periódico justo el día en que el «Vuelo 605» se despedía, en el año 2004. Suyos fueron también los programas «Alta fidelidad», «Los clásicos de la música ligera», «Torre de Manhattan» o «Imagen de un famoso».

Ha sido tal su influencia, tan querido y tan amable, que siempre hay un homenaje a su figura: incluso la Casa Real admiraba su forma de trabajar y lo que hizo por la radio musical en España. Y hasta se han editado discos del «Vuelo 605» que contenían una selección suya de canciones y que llegaron a ser superventas.

Fue una muestra más de que a su labor de comunicación se le hizo justicia y que se reflejó en la concesión de los premios y distinciones más importantes de la radiodifusión española. Así, fue Premio Nacional de Radio por «Alta fidelidad», de RNE, en 1972; obtuvo el premio «Ondas» en 1996 y, cuatro años más tarde, recibió la «Antena de oro». En 2002 recibió el honorífico de los Premios de la Música.

«Lo de los vuelos a Nueva York fue una transformación. Yo era el hombre de las comunicaciones, era el "radio-man"; pero cuando llegábamos allí, de lo único que me preocupaba era de buscar discos», evocaba en aquella charla. Entonces se remitía a «Caravana». El locutor estaba muy feliz por la cantidad de gente que lo había escuchado en sus diversos programas de radio y decía que por toda esa gente que lo escuchó le hubiera gustado hacer un resumen de «Caravana». Porque este carbayón universal explicaba las músicas que emitía, contaba cosas, no se «limitaba a decir qué bonita melodía» y dar la hora, puntualiza Manolo Fernández.

Cierto: Ángel Álvarez lo tenía todo muy claro. Para él la música popular iba del folkie estadounidense, al pop y al rock and roll de Elvis o Eddie Cochran. Y en aquella conversación, después de tantos años, tantos programas y tantos éxitos, se acordaba al instante de la primera canción que había puesto en la radio: «Verdes campiñas», de «Brothers Four».

«De repente aparece un tío como Ángel y ¡la madre que lo parió, qué bien suena lo que pone!», exclama Manolo Fernández en sus declaraciones a este periódico, y añade: «Para mí fue un disgusto terrible el día que terminó "El vuelo"».

Manolo Fernández concluirá sus «Series doradas» en honor de Ángel Álvarez el sábado, cuando se cumplen exactamente los cincuenta años de «Caravana». Esa «Caravana» que se puso en marcha el 24 de abril de 1960, en La Voz de Madrid, en la calle Ayala, número 15.

Y la puso una voz que ha quedado en la memoria de generaciones y generaciones; una voz profunda, grave, amable, lúcida y lucida; una voz que, sobre todo, contaba grandes historias, habló de nuevos ritmos y nos presentó a los grandes genios de la nueva música.