Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

Una vacuna contra la adicción a la nicotina en un plazo de tres años y otra contra la adicción a la cocaína en aproximadamente cinco años. Éstos son los plazos que -si no surgen obstáculos de envergadura- maneja Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA) para tener listos -comercializarlos requerirá más trámites- dos proyectos largamente deseados y que pretenden dar respuesta a sendos problemas de salud de extraordinaria repercusión a nivel mundial.

Los detalles de las investigaciones fueron facilitados ayer en Oviedo por Iván Darío Montoya, director clínico del departamento del NIDA dedicado a la investigación en farmacoterapia y consecuencias médicas de las drogas. Montoya intervendrá en las XXXVII Jornadas Nacionales de Socidrogalcohol hoy, último día de este evento científico que congrega en Oviedo a aproximadamente un millar de especialistas de diversas disciplinas relacionadas con el estudio y el tratamiento de las adicciones.

Según el experto del NIDA, ya está «bastante avanzado» un ensayo clínico que prueba en humanos la vacuna contra la adicción a la nicotina. Otra investigación va a ponerse en marcha en breve plazo. Suman unos 2.000 pacientes, una cifra «muy grande». No se trata de una vacuna preventiva (aplicada antes de la aparición del problema), sino terapéutica. Su mecanismo consiste en «secuestrar» la nicotina en el torrente sanguíneo, evitando así que llegue al cerebro, lo que acaba por extinguir la adicción al tabaco.

Está previsto que la vacuna se aplique por vía intramuscular en seis dosis distribuidas a lo largo de un año. «Tal vez podría interrumpirse antes si se ha logrado ya dejar de fumar», señaló Montoya, quien agregó que en el futuro podría aplicarse esta vacuna a jóvenes que presenten «riesgo de convertirse en adictos», por lo que tendrá un efecto de prevención además de terapéutico.

La vacuna de la nicotina tendrá una eficacia aproximada del 35 por ciento. Es decir, 35 de cada 100 fumadores a lo que sea aplicada dejarán el tabaco. No será un efecto inmediato, sino que se obtendrá entre 12 y 14 semanas después de la primera aplicación de la vacuna, cuando ya se habrán administrado tres dosis. Otros continuarán fumando por razones diversas, pero en su mayoría sin sentir el placer que proporciona la nicotina. La investigación de la vacuna contra la cocaína se halla en una etapa más preliminar. Los expertos prevén que su eficacia sea más baja -en torno a un 20 por ciento- debido a que estará condicionada por la respuesta del sistema inmunológico del paciente.