Madrid

El locutor, presentador y actor de doblaje Jordi Estadella falleció en la madrugada del jueves en el Hospital Clínico de Barcelona como consecuencia de «una larga enfermedad», informa la agencia «Efe». Conocido por el gran público sobre todo por haber sido presentador de «Un, dos, tres ..., responda otra vez», en Televisión Española entre 1991 y 1993, este barcelonés de 61 años inició su labor profesional en 1970 en Radio Juventud de Barcelona.

Como actor de doblaje, Jordi Estadella se inició en 1977 poniendo voz a gran número de actores, como Luc Durand en «El inspector Gadget» (1983), Richar Guilliland en «Aterriza como puedas» (1983), o a Groucho Marx en «Ciudad muy caliente» (1985). En 1989 dobló a Jerry Lewis en «¿Dónde está el frente?», hasta llegar a Michael Mittermeier en «Kika superbruja» (2009).

Enamorado del micrófono desde su infancia, amenizaba a su familia y compañeros de colegio con locuciones y lecturas, gracias a un micrófono Clarko que le regalaron por Reyes. En Radio Juventud realizó todo tipo de programas. Tres años más tarde llegó con éxito al programa «Mil por mil», en el que dio vida al famoso personaje Tito B. Diagonal, un repelente «niño bien» catalán al que aprovechó incluso para anunciar en los últimos años de la dictadura las manifestaciones en pro de la amnistía. Estuvo dos años en «Protagonistas» con Luis del Olmo, en la COPE, y comenzó en 1985 en TV3 como presentador del espacio de entrevistas «Piano bar», con guión de Manuel Vázquez Montalbán.

Su primer trabajo en TVE fue «No te rías, que es peor». Posteriormente, junto a Miriam Díaz Aroca, condujo «Un, dos, tres ...», con el que de nuevo regresó a la pequeña pantalla en la siguiente campaña entre octubre de 1992 y julio de 1993.

También en TVE, de nuevo de la mano de Chico Ibáñez Serrador, presentó «El semáforo», con la colaboración de Marlene Morreau y Asunción Embuena.

En marzo siguiente Estadella fichó por la cadena privada Telecinco para la presentación del espacio de humor «Perdona nuestros pecados» (PNP), en el que trabajó durante un tiempo junto a Inma del Moral.

En declaraciones a «Europa Press», Luis del Olmo explicó que ayer por la mañana (por el jueves) la esposa de Estadella le llamó por teléfono. «Me dijo: "Jordi se nos muere"; y yo pensé que era una broma», comentó. Del Olmo alabó la extensa trayectoria de Estadella en los medios de comunicación y añadió que fue un periodista que «escribió páginas de oro en la radio». También desde Com Ràdio, el medio donde trabajaba últimamente, se calificó ayer a Jordi Estadella como «gran profesional de la radio, iniciador y maestro de muchos formatos radiofónicos que son ahora actualidad», dijo su director.

De Jordi Estadella se queda uno, en primera impresión, con su velocidad hablando. Es difícil. Pero Estadella iba veloz y se le escuchaba nítido. Su voz era potente en cualquier registro. Fuese de «prota» en el cine (con sus doblajes de estrellas) o de «pijo». Así, haciendo de Tito B. Diagonal, lo descubrí, en la era de Tito B. en «Protagonistas», de Luis del Olmo. Salía con su voz acelerada, nítida e imitando al pijo como nadie. Encima contaba cosas muy interesantes aquel Tito B. Diagonal. Quizá por ello fue toda una sensación positiva reencontrarlo, o ponerle cara, cuando llegó al «Un, dos, tres». El programa de Chicho tenía cosas buenas: fue una revolución, un fenómeno. Pero, sobre todo y por encima de todo, hizo que sus presentadores entraran en las casas de toda España o, mejor, esos presentadores de «Un, dos tres» eran de la familia, como si estuvieran en el salón tomando el café. Estadella ya era un grande de la comunicación, pero, por fortuna, el «Un, dos, tres» enseñó su talento a todos.