Madrid, J. B. / Agencias

El domador de circo Ángel Cristo falleció el martes de madrugada en el Hospital Universitario de Alcorcón de Madrid, tras sufrir un paro cardiaco, a los 66 años de edad. El sobrino del domador, José Miguel Garrido, explicó que después de un viaje en coche desde Jaén, el empresario empezó a sentirse mal y dos compañeros lo llevaron a un centro de salud. Desde allí fue trasladado al Hospital de Alcorcón, donde compartió sus últimos momentos con sus hijos, Ángel y Sofía, y su ex mujer, Bárbara Rey, según «Otr/Press».

Ángel Cristo nació en Huelva en 1944 y era hijo de la contorsionista Margarita Dordi y del trapecista griego Cristophol Papadópulos. Se convirtió en empresario al adquirir un pequeño circo que con el tiempo se transformó en el «Circo Ruso», con más de 300 personas trabajando bajo su dirección.

El conocido domador tuvo numerosos accidentes de trabajo a lo largo de su carrera, algunos de ellos de gravedad, pero siempre salió adelante pese a las secuelas que le dejaron. El 29 de julio de 1990 sufrió en Lérida uno de los percances más graves de su carrera profesional, cuando tres leones y un tigre se le abalanzaron. Cristo entró en una crisis profesional a partir de ese año y fue objeto de denuncia sucesivas veces. La primera vez, en 1991, por supuesto maltrato a los animales, y en 1994 por la utilización de dos bebés y un niño en un número con elefantes, por lo que tuvo que pagar una multa de dos millones de pesetas.

Su situación económica se agravó en 1998 con el embargo de su circo, y especialmente en octubre de 2000, cuando la Comunidad de Madrid le impuso una multa de más de 2.000 euros por infracción de la ley de Protección de Animales. Para pedir tanto la devolución de su circo como de sus fieras, en junio de 2001 realizó una huelga de hambre de seis días en Madrid. El domador fue un gran renovador del mundo del circo, aunque en los últimos años se hizo más famoso por su ajetreada vida personal y sus constantes apariciones en los programas del corazón en televisión relatando su adicción a la cocaína y su tortuoso matrimonio con Bárbara Rey. Por cierto, ayer ya comenzó el ajetreo «rosa» en el programa de Tele 5 «Sálvame», en donde uno de sus colaboradores dio un mensaje de Bárbara Rey y sus hijos desmintiendo que no habían acompañado al domador en los últimos momentos de vida. El sobrino, José Miguel Garrido, aseguró ayer que toda la familia del famoso domador, pero «sobre todo sus hijos», están «muy afectados» y reconoció que aunque tenía «problemas» de salud, la noticia los ha cogido por «sorpresa».