Gijón, C. J.

Superada la fase de implantación de la televisión digital terrestre (TDT), empresas, Administración y consumidores coinciden en que el proceso desarrollado en Asturias ha sido ejemplar. El reto que queda por delante -según los expertos reunidos ayer en Gijón por la Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones (AETIC)- es aprovechar la potencialidad de este sistema para generar nueva riqueza.

Alfonso Álvarez, gerente de la zona Noroeste del operador de red Abertis, considera la TDT «todo un revulsivo en un año económicamente tan malo». Y Jaime Soto, presidente de Asimelec-Asturias (Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Telecomunicaciones) coincide en la necesidad de aprovechar el momento, más aun cuando el negocio de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) ha caído entre un 4 y un 19% en los últimos meses. Una valoración a la que se suma el director de Electrónica y Medio Ambiente de AETIC, Edmundo Fernández, al considerar que si se sabe gestionar bien la potencialidad de la TDT «va a generar mucha riqueza en este país».

No obstante, los desarrollos aún no han tocado techo y el final de la era digital en la televisión ya tiene fecha de caducidad: el 1 de enero de 2015. Entonces será necesario entrar en un nuevo proceso de antenización y los actuales receptores no servirán. Así, España, con 25 millones de sintonizadores de TDT a finales del año pasado y un inversión de 800 millones de euros por parte de los radiodifusores, volverá a afrontar en cinco años un nuevo entorno tecnológico. Será el momento de la implantación definitiva de los sistemas de alta definición y 3D.

En todo caso, los expertos advierten de que «la tecnología es un medio, no un fin en sí misma», y por este motivo lo fundamental es acercar cualquier desarrollo a los ciudadanos para que éstos se sientan también protagonistas en el proceso de implantación de esa tecnología.