Oviedo,

Elena FERNÁNDEZ-PELLO

La presidenta de la Academia de la Llingua Asturiana no pudo ser más contundente. «Nun queremos un muséu pal idioma del país, magar que fore'l muséu más queríu, nós polo que rispimos y trabayamos ye por una llingua pa la vida, por una llingua pal futuro», proclamó durante la junta extraordinaria con la que cada año, en el escenario del teatro Campoamor, se celebra el Día de les Lletres Asturianes. Ana Cano pidió «xenerosidá y altor de mires» a los partidos políticos de cara a las próximas elecciones y puso a su disposición los recursos de la Academia, para buscar entre todos un modelo de oficialidad que se ajuste a la realidad sociolingüística de la región.

Ana Cano anunció durante el acto la creación de la Universidá Asturiana de Branu, que promueven y dirigen la Academia de la Llingua en colaboración con la Universidad de Oviedo y el concejo de Cangas del Narcea, en cuya capital tendrá su sede oficial.

El acto del Día de les Lletres Asturianes, que se conmemora desde hace 31 años, empezó pasadas las ocho y media de la tarde, al término de la manifestación por la oficialidad. Arrancó con un homenaje a la tonada: José García González, «Che de Cabaños», irrumpió en el escenario entonando «Ensin mines nin llavaeros» y tras él llegó Rodrigo Joglar, que interpretó a la gaita «La dama del alba». Al acabar, comenzó la junta de la Academia, con la presidenta y varios académicos vestidos con trajes tradicionales.

Cano dio la bienvenida y colocó la insignia de la Academia a un nuevo miembro de la institución, Nicolás Bartolomé Pérez, leonés y jurista, con una vasta trayectoria investigadora. El nuevo académico denunció en su discurso la indiferencia de las administraciones públicas hacia las lenguas minoritarias en abierta oposición al mandato de la Unión Europea. En su intervención citó a Antón de Marirreguera, autor de la primera obra que se conserva en asturiano.

Al repasar la actividad de la Academia durante el año, Ana Cano se refirió al traslado a las dependencias del monasterio de San Pelayo, antes ocupadas por el Archivo Histórico. Y reconoció como «un pasu importante, positivu, nel procesu de dignificación y normalización del idioma» la puesta en marcha de varias titulaciones vinculadas a la llingua en la Escuela de Magisterio, en Filología y el Máster de Formación del Profesorado de Secundaria.

Discriminación e «inseguridad jurídica» en el uso del asturiano fueron denuncias reiteradas por la presidenta de la Academia en su discurso. «Son les propies instituciones de gobiernu y los propios muérganos xurisdicionales asturianos los qu'actúen a la escontra», se quejó. «Nun ye verdá que seyamos llibres pa escoyer la llingua na que queremos espresanos», hizo constar, y eso, observó, a pesar de que «los asturianos queremos mayoritariamente que l'asturianu se reconoza como llingua oficial nel Estatuto d'Autonomía y que la práutica totalidá naguamos por un futuro billingüe p'Asturies». Para la llingua, dijo, la Academia quiere «un futuru dignu y granible».

La bandera de Asturias y las pandereteras abriendo camino. La manifestación en defensa de la llingua que recorrió el centro de Oviedo ayer por la tarde resultó más concurrida de lo que el tiempo hacía presagiar. Hubo madres que se echaron a la calle con sus bebés a las espaldas -en la foto-. El director general de Cooperación, Rafael Palacios; el diputado de IU Roberto Colunga, su compañero Javier García Valledor y el asturianista Xuan Xosé Sánchez Vicente participaron en la marcha. Al acto del Campoamor asistió el edil ovetense José Suárez.