Florencia, Agencias

Un pequeño cuadro, olvidado en las cámaras acorazadas de un museo familiar de Módena, ha resultado ser una valiosa joya, una obra creada por el mismísimo Rafael. Con la aplicación de moderna tecnología, los expertos en arte han verificado que ese delicado retrato de una mujer es obra del maestro del Renacimiento. Se pensaba que el lienzo era una simple copia de un fragmento de «La Sagrada Familia», también conocida como «La Virgen de la Perla», que se exhibe en el Prado, un ejercicio artístico datado en el siglo XIX, pero todo lo contrario, la que se creía una copia es el original y el cuadro atribuido al pintor de Urbino es obra de su taller.

Mario Scalini, supervisor de Bellas Artes para las provincias de Módena y Reggio Emilia, explicó que «La Sagrada Familia» fue un encargo del conde de Canossa. La composición es de Rafael pero fue finalizada por uno de sus discípulos más aplicados, Giulio Romano. «Rafael sólo tuvo tiempo de completar el boceto y la cabeza que ahora le atribuimos. Después murió y el cuadro fue finalizado por su discípulo Giulio Romano. El cardenal Ippolito d'Este lo compró, lo vendió y guardó sólo la auténtica pintura de Rafael», relató.

La obra quedó almacenada entre otras 27.000, en las cámaras del museo de la familia Este, que gobernó el ducado de Módena hasta mediados del siglo XIX, pero no estaba incluida entre las piezas catalogadas. «Atrajo mi atención porque tenía un marco enorme, tallado y dorado, de un valor muy alto, desde luego no apropiado para una copia banal del siglo XIX», contó Scalini. «Obviamente, quien eligió el marco sabía quién era el verdadero pintor y el verdadero valor de la obra», dedujo y encargó una investigación que verificó la autoría de Rafael.