Ministros y responsables de salud de todo el mundo asisten esta semana a la 63.ª asamblea de la OMS (Organización Mundial de Salud), marcada por la polémica gestión que de la gripe A ha hecho el organismo sanitario. La OMS ha sido acusada de connivencia con la industria farmacéutica, al desatar el pánico por una enfermedad que finalmente fue benigna y que hizo que los gobiernos gastaran millones en vacunas que nunca se llegaron a utilizar.