Las bayas de goji son el producto alimenticio de moda. Del tamaño de una uva pasa, pero de color rojo intenso, tienen un sabor difícil de definir, aunque algunos lo comparan con el de los arándanos. Se comercializan secas, ya que las frescas únicamente se consumen en el Tíbet, a 4.000 metros de altitud, donde se producen.

Poseen un alto contenido en antioxidantes naturales y son muy utilizadas por la medicina tradicional china para luchar contra el envejecimiento o tratar la diabetes, entre otros problemas de salud. En los estudios realizados hasta la fecha «se ha observado que su consumo provoca una sensación de bienestar, observándose una mejora de las funciones psicológicas, neurológicas y gastrointestinales», señala el doctor Ignacio Bachiller, especialista en homeopatía.

Por sus propiedades, también son recomendadas para disminuir la fatiga, aumentar el nivel de energía, prevenir enfermedades cardiacas, proteger la vista, cuidar el sistema inmunológico y, en general, para mejorar el aporte de nutrientes al organismo. «No obstante, como complemento alimenticio que son, por sí solo no es suficiente para combatir ninguna afección. Eso sí, pueden enriquecer nuestra dieta, compensar carencias y, utilizándolas adecuadamente, ayudarnos con ciertas patologías», manifiesta Eva Cánovas, naturópata y especialista en dietética y nutrición.

Existen distintas variedades de bayas de goji, pero las que poseen todas las propiedades citadas corresponden a la denominada «Lycium barbarum», conocida como «diamante rojo» por su excelente calidad.

Su lugar de procedencia, donde las condiciones climáticas son extremas, las convierten en un alimento singular. Y aunque se ha intentado cultivarlas en otras zonas, no se han obtenido los resultados deseados, apunta Félix García. El propietario del Centro Dietético Astur, en Oviedo, reconoce que la demanda de este producto ha crecido notablemente en los últimos meses, pero también considera que existe mucha información errónea sobre el mismo y que incluso se magnifican sus excelencias.

Son muchas las tiendas que venden las bayas de goji a granel o envasadas sin ningún tipo de registro ni control sanitario. Suelen ser sucedáneos o imitaciones de la «Lycium barbarum». Ésta se puede adquirir en herboristerías y establecimientos especializados, donde un paquete de 250 gramos cuesta en torno a 15 euros.

Las bayas de goji se pueden consumir de diversas formas: se añaden al yogur o a los cereales del desayuno, o se incorporan a las ensaladas o a los batidos, señala Félix García. En cuanto a la cantidad recomendable diaria se sitúa en torno a 20, apunta Juan García Pevida, propietario de la Botica de Juan, también en Oviedo.

Este fruto puede ser consumido por todo tipo de público aunque, según el doctor Bachiller, son especialmente las personas de edad las que más notarán sus beneficios, que se verán cuando el consumo sea continuado y no durante cortos períodos de tiempo.