Oviedo,

Elena FERNÁNDEZ-PELLO

La directora de Laboral Centro de Arte, Rosina Gómez-Baeza, llegaba ayer por la mañana al hotel de la Reconquista dispuesta a hacer valer la candidatura de Richard Serra; la ex directora de ARCO, Lourdes Fernández, secundaba la moción, apostando por las artes plásticas y, al acabar la tarde, sus razones habían convencido a la mayoría del jurado. El escultor estadounidense era, al final de la jornada, el favorito al premio «Príncipe de Asturias» de las Artes 2010.

Entre los 29 candidatos que optaban al galardón, tres llegaron a la final: el director de la Orquesta Sinfónica de Chicago, Riccardo Muti, y el director de cine Carlos Saura, junto a Serra. A primera hora, se escuchaban nombres tan dispares como el actor Clint Eastwood, el cantautor Joan Manuel Serrat, los compositores Ennio Morricone o Pierre Boulez. Richard Serra, que ya fue finalista el año pasado, se había impuesto al acabar la primera jornada del jurado y llega hoy, a las últimas deliberaciones, como favorito.

El escultor, de origen español, es reconocido como uno de los máximos exponentes del minimalismo. Nació en San Francisco en 1939 y, antes de adoptar una personalidad artística definida, probó con la literatura, que estudió en la Universidad de Berkeley, y ya, con la vocación más clara, continuó enYale, estudiando Artes.

Serra experimentó con el arte abstracto, pero en seguida encontró su camino a través de las corrientes minimalistas; es un maestro manipulando materiales de carácter industrial -plomo, hormigón y especialmente acero- y una de sus obras más representativas es la escultura «Snake» («Serpiente»), tres sinuosas láminas de acero que forman parte de la exposición permanente del Museo Guggenheim de Bilbao. Sus creaciones se integran en la naturaleza, en espacios urbanos y ámbitos públicos.

Él fue el primer artista en ser distinguido, el año pasado, con la Orden de las Artes y las Letras de España.

El «Príncipe» de las Artes es el primero de los galardones que se fallan este año, y la de ayer era también la primera reunión de un jurado a la que asistía la nueva directora de la Fundación, Teresa Sanjurjo. Discreta y supervisando los detalles de última hora, fue recibiendo a sus miembros. Su predecesor, Graciano García, director emérito y asesor en todo lo relativo a los premios, también se acercó a saludar a los viejos conocidos, antes de que el jurado iniciara la reunión.

Carlos Fitz-James, duque de Huéscar y heredero del ducado de Alba, fue uno de los más madrugadores, con Miguel Muñiz, director del Teatro Real, y Lourdes Fernández, ex directora de ARCO.

Los jurados fueron llegando y desvelando sus favoritos. El editor Hans Meinke, que se incorporaba este año al jurado de las Artes, se decantó por Carlos Saura, al que reconoce como «gran cineasta, escritor y fotógrafo». El director de cine José Luis Garci, que fue uno de los últimos en llegar, también incluyó a Saura entre sus favoritos y apuntó el nombre de Joan Manuel Serrat. El empresario José Lladó, que preside el jurado, reconocía que el catalán «cae bien» pero finalmente quedó descartado.

La decisión final del jurado de las Artes se hará pública, como ya es tradicional, hoy, al mediodía, cuando el jurado comparezca en la capilla del hotel de la Reconquista.