El cartel de "pintura fresca" y el trabajo incesante de los obreros para vestir de rojo las escaleras por las que desde hoy y hasta el día 23 desfilarán las estrellas delata los últimos preparativos antes de la apertura del Festival de Cannes.

El plan de trabajo previsto se vio alterado la semana pasada por un violento vendaval que arrasó una parte de las instalaciones aledañas al Palacio del Festival, a sólo ocho días del comienzo del evento, con olas de seis metros.

En aquel momento, las autoridades prometieron que todo estaría preparado a tiempo a pesar de los importantes daños ocasionados y los obreros apuran los últimos momentos en una tarde soleada.

En las calles, el azul oscuro del logotipo de esta 63 edición ocupa escaparates y fachadas y ya están plantadas las 20.000 petunias que van a adornar el festival.

Los organizadores, que aguardan impacientes que el ritmo se acelere, fueron entregando las acreditaciones a los primeros periodistas y técnicos audiovisuales que llegaban a Cannes de los 4.000 que suelen acudir cada año para cubrir el festival.

"Es el evento más mediatizado del mundo, después de los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol", señalaron a Efe desde la Oficina de Turismo de la Ciudad.

No se trata de un acontecimiento reservado a profesionales, sino que tres cuartas partes de los visitantes son cinéfilos o turistas que se desplazan hasta la ciudad para vivir de cerca la magia del cine.

Mientras los periodistas trabajan, los curiosos se hacen fotografías con la decoración de la Croisette.

“Sonría, está en Cannes”

Sobre un cartel en el que está escrito "Sonría, está en Cannes" varias siluetas de personajes de cine se elevan a tamaño natural a lo largo del paseo marítimo con un agujero para introducir la cara.

Los transeúntes pueden así convertirse en "Spiderman" o viajar al universo de Star Wars posando junto a Chewbacca.

En esta ocasión, la ciudad ha organizado una exposición de fotografías de estrellas del británico Lorenzo Agius, colocadas al aire libre, que representan, entre otros, a Ewan McGregor, Nicole Kidman o Kevin Spacey.

Esta iniciativa se une a la que empezó hace varias ediciones de dibujar retratos de personalidades del cine en las paredes de la ciudad; Charlie Chaplin o Marilyn Monroe permanecen desde entonces en los edificios de Cannes.

Más de 200 cámaras de seguridad captan las imágenes de una ciudad ya abarrotada y no deja de llegar gente.

En la estación de tren un sinfín de maletas de grandes dimensiones acompañan a los pasajeros desde primera hora de la mañana.

Durante los doce días que dura el festival la población de Cannes, 70.000 habitantes, se duplica, lo que se refleja tanto en la ocupación hotelera como en la restauración.

Según indicaron desde la Oficina de Turismo, se prevé que los 120 hoteles con los que cuenta la ciudad se completen totalmente los últimos días del festival, lo que supone el 15 por ciento de su facturación anual, y los restauradores también tiene expectativas positivas.

Y es que, esta manifestación cinematográfica que cuesta alrededor de 20 millones de euros, de los cuales la mitad son fondos públicos, genera entre 200.000 y 250.000 millones de euros al año y crea 3.000 empleos temporales.

Además, la ciudad de Cannes reserva a sus habitantes 1.500 invitaciones para las proyecciones de la Selección Oficial, que se sortean entre las personas que se inscriban, y organiza una sesión especial, el 24 de junio, al día siguiente de la entrega de premios, para ver la película ganadora de la Palma de Oro.