Oviedo, Elena FDEZ.-PELLO

Amaneció temprano ayer para los «maqueros» asturianos. Los incondicionales de Apple esperaban desde hace semanas la llegada del iPad y por fin lo tuvieron a su alcance. Los que no habían hecho su reserva on line se echaron a la calle e hicieron cola para ser los primeros en presumir del nuevo ingenio de Mac, a medio camino entre el iPhone y un portátil. Al mediodía, en la tienda oficial de Apple en Oviedo se había vendido el 80 por ciento de las existencias; a media tarde, estaban a punto de agotarse y seguían entrando compradores.

El número de unidades que Apple ha puesto a la venta en España es una incógnita. La compañía mantiene una estricta política informativa, no hay datos de existencias ni de ventas. Del iPad se han distribuido partidas pequeñas, entre cincuenta y sesenta dispositivos por establecimiento, apuntan los vendedores y, a pesar de la crisis y de que su precio no es barato -entre 479 y 779 euros, dependiendo del modelo-, ayer se vendieron como rosquillas.

Roberto Álvarez, empleado de la tienda oficial de Apple en Oviedo, perdió la cuenta de los clientes que atendió durante del día. Media hora antes de la apertura, a las 10 de la mañana, ya había gente a las puertas del establecimiento y el «goteo» se mantuvo hasta el cierre. No todos pretendían comprar, algunos sólo querían probar en las tabletas dispuestas con ese fin a la entrada del local. «Hemos tenido gente de todas las edades, hombres, mujeres...», comentó.

Son usuarios bien informados sobre la tecnología Mac, dice, y, aunque están ansiosos por probar el iPad, son difíciles de sorprender. «Es muy parecido al iPhone. La pantalla es impresionante y la velocidad es buena», opinaba, tras un primer acercamiento, Carlos García. Él aún no había tomado una decisión, pero algunos lo tenían muy claro desde hacía semanas. «Ese chico venía todos los días a preguntar por el iPad», señaló el dependiente de Apple, mostrando a un joven sonriente, que acababa de pagar su nuevo juguete, la versión más cara, a tocateja.

Los hay incluso más ansiosos. Carlos del Fresno fue incapaz de esperar y lo compró hace un mes en Estados Unidos. A estas alturas está de sobra familiarizado con un aparato que si por algo se distingue es por su sencillez. Lo utiliza como instrumento de trabajo y de ocio. «Tengo una inmobiliaria y el iPad es una herramienta muy comercial, muy atractiva: puedes incorporar fotos, alarmas para que te avise de los pisos que hay cerca en venta...», detalla. «Es como un iPhone en grande, muy cómodo... se lleva como una libreta y la batería dura bastante, tiene capacidad más que de sobra», añade. Le cuesta más encontrarle fallos: «No tiene cámara, no puedes hacer videoconferencias y es frágil, todo pantalla».

Jorge Otero, director de dos webs de informática, no ve el momento de tener el iPad en sus manos. Hizo su reserva en internet y tendrá que esperar la entrada en España de la segunda remesa de iPad, el 7 de junio. «Está por ver su potencial, pero la magia es que Apple ha creado un ordenador que no parece un ordenador, más fácil de manejar, como una tostadora o el frigorífico. Es algo revolucionario, un cambio de filosofía».

«Es como una libreta, muy cómodo, la batería dura bastante y tiene capacidad de sobra»