Comprar la Lotería del Niño en otras ciudades porque en la propia nunca toca, pasar los décimos por la tripa de una embarazada o abstenerse de jugar números menores de cien porque son feos y no caen nunca, son algunas de las supersticiones que perviven desde hace años entre los españoles a la hora de comprar décimos para el Sorteo del Niño.

Los españoles todavía creen en el viejo truco de restregar el décimo del Sorteo de la Lotería del Niño por la tripa de una embarazada y un 29,5 por ciento recela de comprar números inferiores a cien.

Entre las supersticiones más comunes destaca la de que la Lotería del Niñoo no debe regalarse porque da mala suerte. Este tipo de supersticiones también existen variaciones en función del lugar en el que se viva.

Así, en Galicia tradicionalmente se creía que colgar el boleto del Sorteo Extraordinario de la Lotería del Niño al lado de una herradura propicia la suerte en el sorteo y en Andalucía se sustituye la herradura por una virgen o un santo.