Bilbao, Efe

José Luis Lago, un divorciado padre de un niño de 9 años, ha sido hospitalizado tras cinco días de huelga de hambre para exigir que se le permita ver a su hijo y que se cumpla el régimen de visitas establecido por el juez. A pesar de haber sido diagnosticado de neumonía, Lago está decidido a no ingerir alimentos «hasta que pueda volver a ver la sonrisa» de su hijo.

El hombre, de 50 años, acampó el pasado 23 de diciembre en la plaza Circular de Bilbao con un cartel en el que se leía: «Aita no te rindas. Lucha por mí». Cinco días después era ingresado en el Hospital de Basurto. Lago denuncia el incumplimiento del régimen de visitas que ordenó el juez y seguirá adelante con su ayuno «para reclamar el derecho de mi niño a ver a su papá, pero también el mío en estar con él».

Aún con dificultades para hablar, 24 horas después de que fuera llevado al hospital por los servicios de emergencia, este padre divorciado se lamentaba de su mala suerte. «Me han tocado los peores días del año; he pasado muchísimo frío a la intemperie con hasta tres grados bajo cero, me ha caído granizo...», recapituló y finalmente, el pasado lunes, «me desplomé porque apenas podía respirar». «Aún en Basurto sigo sin comer hasta poder ver la cara mi niño», insiste, y ello a pesar de que los médicos le han informado del riesgo que corre su salud. «Si muchos han muerto de hambre por unos ideales, cómo no voy a aguantar yo, ahora que además estoy tan controlado por los médicos, cuando lo que pido es tan importante», argumenta.

Lago denuncia que «siempre hay excusas» para impedir que vea a su hijo. «Unos días no puede venir porque está enfermo; otros me dicen que no quiere verme y otros simplemente no aparece». A pesar de todo, él sigue pagando su manutención. Es consciente, dice, de que su deber como padre es «que no le falte de nada», pero también de que «es mi obligación luchar por verle».

Juan Sainz de la Maza, portavoz de la asociación de padres divorciados «La Terraza» a la que pertenece Lago, le respalda en su protesta. «José no está solo», declaró ayer. Él confía en que la madre acuda el 31 de diciembre al punto de encuentro con el niño. Ése es el día del turno de custodia según el reparto establecido para el período vacacional.