«Desde las transferencias sanitarias (año 2002) no se ha convocado ninguna OPE» (oferta pública de empleo) en Asturias.

«Doscientos médicos de refuerzo siguen sin OPE de regulación después de cuatro años y continúan (...) con contratos esclavistas más propios del siglo XIX que del XXI».

«Los 44 médicos de APD, con su oposición ganada desde julio de 2009, siguen sin tomar posesión porque el monstruo administrativo es lento y los dirigentes, y en este caso el responsable Sr. Ramón Quirós (...) no tienen ningún interés en agilizarlo. Él no está pendiente de una de esas plazas. Su tema personal está resuelto».

«La atención primaria sigue paralizada: en conflicto constante durante toda la legislatura (...) La Consejería, con el Sr. Quirós al frente, no practica el diálogo».

«En cualquier organización seria y eficaz las líneas maestras de funcionamiento las marcan los actores. En este caso el médico y el paciente, no los figurantes de reparto ni los extras».

En las áreas de gestión clínica «la Administración Quirós encontró un tobogán rápido para nombrar digitalmente y dejar "colocados" (...) a sus clientes y amigos (...) Una burda maniobra administrativa (...) para desvirtuar el espíritu de la profesión médica, que es deontológicamente obligada una profesión liberal, en la que el médico no puede estar sujeto al mandato de ninguna administración porque debe actuar siempre procurando al paciente lo que precisa, sin cortapisas ni limitaciones, ni mandatos administrativos, ni políticos. Sólo debe seguir el mandato de su ciencia y su conciencia, en íntima comunión y acuerdo con su paciente».

«Esta conciencia, esta libertad, estos principios deontológicos profesionales sólo los sienten y entienden los médicos, que nada tienen que ver con los licenciados en Medicina. Estos últimos pueden tener mucha ciencia, mucho manual, pero no tienen esa íntima relación con el paciente, ya que no lo sienten, ni lo han sentido nunca, porque nunca han ejercido la auténtica medicina. Sólo han sido simples burócratas sanitarios».

«Un buen médico honesto e íntegro nunca vejaría su profesión; nunca faltaría al respeto de sus compañeros profesionales; nunca instigaría la mentira contra los profesionales médicos; nunca hurtaría el tiempo mínimo de dedicación al paciente; nunca acusaría a los médicos de diagnósticos inadecuados no veraces, de gastos innecesarios intencionados ni, en definitiva, de una serie de perlas y faltas de respeto que están perfectamente recogidas en las hemerotecas de estos cuatro años de la legislatura más "horribilis" que hemos conocido en la sanidad asturiana».

«Todo esto lo ha protagonizado el Sr. Quirós, que ha logrado que todos los médicos estén decepcionados, quemados, trabajando en malas condiciones, pero cumpliendo a pesar de todo con su obligación».

«Esta Institución ha acordado concederle al Sr. Quirós por méritos propios, públicos y demostrados, un título al que nunca había accedido ningún consejero hasta ahora y es el de "persona non grata" para la profesión médica».