Oviedo, Elena FDEZ. -PELLO

Este año entre los doce jóvenes seleccionados por la Joven Orquesta «Gustav Mahler» para ocupar el puesto de concertino había una asturiana. María Ovín, de 23 años, violinista de la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE) y de la Joven Orquesta de la Unión Europea (EUYO), ingresó el año pasado en la Mahler, tras superar unas exigentes pruebas de acceso, que se revalidan año a año. Esta semana daba un paso más y se presentaba a las pruebas de selección a concertino, el máximo responsable de la orquesta después del director, un puesto para el que, explica, «no sólo se pide habilidad musical, hay que tener una cierta personalidad y capacidad de liderar la orquesta».

La violinista ovetense, que actualmente amplía su formación en Londres con un master en el Royal College of Music, no fue la elegida pero aún así la experiencia, admite, no deja de ser valiosa. «Eso es lo que se valora en un músico, las experiencias por las que ha pasado, y en las audiciones es donde medimos nuestra valía», comenta.

Con la orquesta vienesa, fundada en 1986 por Claudio Abbado y abierta a músicos de todos los países europeos, María Ovín ya había realizado dos giras, la primavera y el verano pasados. Supo de su posibilidad de optar al puesto de concertino en vísperas de la Nochebuena y precipitadamente se lanzó a preparar su audición.

Con las Navidades de por medio, una actuación con la JONDE quince días antes y sus estudios en Londres tuvo que preparar las pruebas y trasladarse a Viena para someterse a un jurado, constituido por seis músicos, que la examinó durante dos días, el 17 y 18 de enero. Entre los aspirantes, todos menores de 25 años, estaba incluso el concertino de la Filarmónica de Viena y aparte de la asturiana sólo había otro español.

La carrera de Ovín siempre ha avanzado en línea ascendente. Con 21 años ocupó el puesto de concertino en la JONDE, un hecho insólito ya que son pocos los españoles y menos aún las mujeres capacitados para afrontar esa responsabilidad. Antes aún, había desempeñado ese papel en la Joven Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias. Había estudiado desde los seis años con Yuri Nasushkin en el Conservatorio «Eduardo Martínez Torner», en Oviedo. Se licenció con matrícula de honor y obtuvo el Premio «Muñiz Toca», con el que se distinguen los mejores expedientes académicos.

De momento está concentrada en sus estudios londinenses, que le ocuparán los dos próximos años, pero es persistente y no duda de que si el año próximo la Mahler vuelve a convocar la plaza de concertino ella intentará hacerse con ella.