Oviedo / Mieres,

P. RUBIERA / J. VIVAS

Manuel Amaro Fernández Álvarez, más conocido por Nel Amaro, falleció ayer en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), a los 64 años, a causa de una complicación de la diabetes que padecía. Dramaturgo, novelista, promotor de revistas, poeta visual y, sobre todas las cosas, agitador cultural, Nel Amaro, también colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, fue uno de los pioneros en la reivindicación de la lengua asturiana, uno de los protagonistas del Surdimientu. Su cuerpo será incinerado mañana, a las tres de la tarde, en el tanatorio de Mieres, donde está instalada la capilla ardiente. «Es una gran pérdida. Fue una persona de referencia en los primeros años de reivindicación lingüística. Siempre luchó por las libertades», declaró ayer a LA NUEVA ESPAÑA Ana Cano, presidenta de la Academia de la Llingua Asturiana.

Natural de Cantuserrón, Mieres, Nel Amaro era hijo de César Fernández, uno de los protagonistas de la huelga de 1962, y de Encarna Álvarez, militantes ambos del PCE, y hermano de Mariluz Fernández, implicada en el atentado a la cafetería Rolando, en la madrileña calle del Correo, ocurrido el 3 de octubre de 1974. Toda la familia estuvo detenida por este suceso y Nel Amaro pasó en varias ocasiones por las prisiones franquistas.

Aunque en los últimos años de su vida, su trabajo creativo se centraba en la poesía visual y en las performances, Nel Amaro se inició como autor teatral, primero en español y más tarde en asturiano. Su obra «Xénesis o alborá de la concencia», escrita en 1978, quizá la mejor de las que escribió a juicio de los especialistas, era puesta ayer por Ana Cano como ejemplo de teatro moderno en asturiano. En «Historia de la literatura asturiana», coordinada por Miguel Ramos Corrada y editada por la Academia de la Llingua, Nel Amaro respondía así a la pregunta de si el teatro en bable tenía los mismos problemas que el bable como lengua: «Sí, incluso más. Aparte de los mismos de expansión, los teatros. El mundo teatral asturianu ye mui reducíu y la gente no estrena y encuéntrase con muchos problemas. Además, el teatro no ye sólo un texto, un escrito, sino que hay músicos y escenografía, en fin... no se reduz to a unes hojes de papel».

«Antígona, por exemplu», que ganó el premio de teatro de la Academia de la Llingua Asturiana en 1991, fue otro esfuerzo importante en el lenguaje teatral en la lengua asturiana.

De formación autodidacta, Nel Amaro dirigió las revistas «Sapiens» y «El cuélebre» y es autor de varios títulos poéticos. Destacan, entre ellos, «Habitación de poeta», «Diariu d'un polizón» y «Poemes de San Francisco». Fue el introductor de la poesía visual en Asturias y su nombre figura en la antología de poesía visual en España. Combinó esta actividad con su trabajo profesional en Turón. Estaba casado, era padre de dos hijas y abuelo de dos nietos: Yerma y Ástur.

Xandru Fernández, escritor y en cierto modo discípulo de Nel Amaro -«fue quien me inició en la literatura, le daba a corregir mis originales», explica-, cree que Nel Amaro tenía una gran personalidad creativa, no sólo como escritor. «Yo destacaría de él su intención de practicar la literatura y la cultura asturianas con total naturalidad en tiempos en los que no era posible. Eso fue lo que llamó la atención de él: su actitud creativa en asturiano con una vocación de normalidad absoluta».

«Le dio mucho a la cultura de este país, muchas veces desde la sombra», añade Xandru Fernández.