Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

El médico asturiano Adolfo Álvarez Ferrando acaba de ser incluido en el elenco de jóvenes investigadores en cáncer más innovadores de los Estados Unidos. En consecuencia, recibirá 750.000 dólares -casi 520.000 euros- para el desarrollo de sus proyectos en los próximos tres años, una cuantía otorgada por la entidad Stand Up to Cancer (SU2C).

Natural de Pravia, el doctor Ferrando tiene 40 años. Estudió Medicina en Oviedo y obtuvo el número dos nacional en el examen de MIR. Se especializó en hematología en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y, en paralelo, se formó como investigador con Carlos López Otín, catedrático de Biología Molecular de la Universidad de Oviedo. En 1999 se trasladó al Dana Farber de Boston y en 2005 se incorporó a la Universidad de Columbia (Nueva York), donde es profesor de Pediatría y Patología.

Adolfo Álvarez Ferrando forma parte de la segunda tanda de distinciones de Stand Up to Cancer. En la primera, en diciembre de 2009, habían sido incluidos también trece investigadores. Los elegidos en esta segunda ronda recibirán en conjunto 9,74 millones de dólares (6,7 millones de euros).

La selección de científicos fue anunciada en el transcurso de una reunión de la Asociación Americana de Investigación en Cáncer (AACR). El objetivo de los promotores de la iniciativa consiste en proveer de fondos los proyectos de la próxima generación de líderes científicos en el ámbito de la oncología. Los responsables de Stand Up to Cancer se proponen «que algunos de los mejores y más brillantes investigadores jóvenes de diversas disciplinas den un paso adelante en los proyectos en los que están inmersos», según explicó Richard D. Kolodner, profesor de la Universidad de California en San Diego y director del comité que rige los destinos del programa de investigación, puesto en marcha en honor del científico Judah Folkman, premio «Príncipe de Asturias» de Investigación Científica y Técnica en 2004.

En el caso concreto de esta segunda selección, los responsables de SU2C aspiran a propiciar avances en los desafíos más relevantes y a proporcionar fondos a proyectos innovadores y de «alto riesgo» que, si llegan a buen puerto, presenten un elevado potencial de salvar vidas. En el arranque del proceso fueron preseleccionados 188 científicos, que en las cribas sucesivas quedaron reducidos a 43, a 18 y, finalmente, a 13.

Las investigaciones del profesor Ferrando se centran en la leucemia, ámbito en el que suma más de 50 publicaciones en las revistas más relevantes. Autor de hallazgos de carácter básico, también está especializado en investigación traslacional, aquella que lleva a la práctica médica los descubrimientos del laboratorio. A su juicio, la clave para dar el invocado salto de calidad en los tratamientos oncológicos estriba en el diseño de tratamientos «altamente específicos que sean capaces de neutralizar los efectos de las mutaciones del cáncer». Algunas de estas sustancias ya están en la clínica; otras, en fases avanzadas de desarrollo. «Este nuevo arsenal terapéutico, unido a nuevas tecnologías de diagnóstico molecular, permitirá tratar a cada paciente con la mejor combinación de drogas para su tumor», explica.