Langreo,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

A finales los años cincuenta, cuando era estudiante de Secundaria en Estados Unidos, Bill Drayton tuvo una revelación. En una charla en su instituto sobre el papel que deben tener los jóvenes en la sociedad, salió a la palestra la figura de George Washington, que con apenas 17 años ya trabajaba como agrimensor delimitando la superficie de los condados en las colonias del Nuevo Mundo. «Es falso que los adolescentes no puedan hacer nada. También son capaces de transformar el mundo; sólo tienen que buscar la manera de hacerlo y creérselo», explicó el premio «Príncipe de Asturias» de Cooperación Internacional.

Mientras retrataba la anécdota vivida en su juventud, Drayton se vio reflejado en los 15 alumnos asturianos de ESO (otros 135 poblaban el patio de butacas) que ayer participaron en el teatro de La Felguera en un encuentro con el fundador de Ashoka, la organización que integra a 3.000 emprendedores sociales de todo el mundo. Los estudiantes, de edades comprendidas entre los 14 y los 15 años, tomaron parte el curso pasado en el proyecto educativo Jóvenes Emprendedores Sociales (JES) -impulsado desde Valnalón- y expusieron los proyectos de cooperación desarrollados en sus institutos para colaborar con centros docentes de países como Gambia, Nicaragua o Ecuador. Unos tanques de agua potable, bicicletas para desplazarse a clase o la compra de ordenadores fueron algunos de los logros de las ONG escolares asturianas.

«Me conmueve lo que hacéis», indicó Drayton, que reivindicó ante los estudiantes la tarea del emprendedor social. «Dar es la mayor fuente de felicidad que existe», argumentó el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional. Drayton instó a los jóvenes presentes a seguir «construyendo vuestras competencias y habilidades» para ser «agentes del cambio».

El galardonado puso como ejemplos de «changemakers» los casos de un joven vietnamita que impulsó una Liga de cricket en el barrio marginal en el que vive o la experiencia de una californiana que promovió una página web sobre la problemática a la que se enfrenta la población india americana, de la que ya forman parte 15.000 chicas. «Seguro que ya conocéis cosas que hay que cambiar; sólo hay que buscar la forma de hacerlo. Podéis pensar en cómo es la situación de los inmigrantes que viven en vuestra ciudad o impulsar unos parques dignos; existen muchos campos para colaborar: el medio ambiente, los derechos humanos, la lucha contra la violencia doméstica...».

En la misma línea, el fundador de Ashoka animó a los jóvenes asturianos a darse «permiso para cambiar las cosas». «Si alguien os dice que no podéis hacerlo, es porque ellos no lo hicieron, y se sienten incómodos por ello. No les hagáis caso, seguid adelante», apostilló.

Antes del encuentro con los estudiantes, el galardonado visitó una exposición frente al teatro con paneles explicativos sobre el proyecto JES, acompañado, entre otros, por la alcaldesa de Langreo, Esther Díaz, y por el ex gerente de Valnalón, José Manuel Pérez, «Pericles», uno de los socios de Ashoka en Asturias. El programa educativo JES ha formado en los últimos cuatro años a casi 7.000 estudiantes de Asturias, África, Asia y América Latina.