Gijón, C. J.

Los médicos de Atención Primaria reivindican un papel preponderante en el diagnóstico precoz de enfermedades raras como Chiari o siringomielia, asociadas ambas a una malformación congénita en la unión cráneo-cervical, con el objetivo de ganar tiempo y calidad de vida para los pacientes. Guillermo Pombo, médico de familia en el centro de salud Dávila de Santander y coordinador del grupo de trabajo de enfermedades raras de Semergen (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria), abordó ayer en una jornada organizada por el colectivo de afectados por estas patologías en el Principado las necesidades de estos enfermos. Pombo señaló que, a veces, se presentan en las consultas de Atención Primaria con síntomas anodinos como un catarro que, de forma reiterada, podría responder a un diagnóstico de enfermedad rara. «La mayoría de ellas se presentan en la edad pediátrica», advirtió el facultativo quien demandó que estas patologías deberían tratarse como una enfermedad crónica más. Lo fundamental, señaló Pombo, es mejorar el proceso de diagnóstico, aplicando una formación específica para los médicos pero también para los protocolos de la autoridad sanitaria. «Su tratamiento y seguimiento debe estar estandarizado, no podemos seguir oyendo que no es lo mismo tratar a un enfermo de Chiari en Asturias que en Barcelona», argumentó el facultativo quien señaló que una demora diagnóstica genera en el paciente frustración y soledad.

Según Pombo, es necesario plantear soluciones asistenciales concretas, porque se trata de enfermedades que afectan a gran cantidad de grupos. El coordinador de Semergen reivindicó el importante papel de los médicos de Primaria como expertos en patologías prevalentes, entrenados en la administración sanitaria.