Oviedo, J. B.

«First we take Milán» es un título y una idea; una idea para revisar el tiempo de una generación en el campus del Milán de la Universidad de Oviedo. Jóvenes que, con el paso del tiempo, marcaron un tanto el paso de la escena pop/rock asturiana y que tuvo una consecuencia central: el Xixon sound.

A la muchachada del Milán de los años noventa les quedaba lejos Leonard Cohen, una voz, un poeta que había atrapado a la generación hippy y siguientes hasta los años ochenta. Sin embargo lo rescataron por influencia de padres, hermanos mayores, tíos... (Nacho Vegas relató su propio caso desde el escenario del teatro Jovellanos de Gijón con el canadiense presidiendo el acto).

La Universidad decidió reanimar aquel tiempo aprovechando el viaje de Leonard Cohen a Oviedo para recoger el premio «Príncipe de Asturias». Se puso en marcha un concierto en el que aquellos estudiantes, hoy mujeres y hombres muy ligados a la música y sus alrededores, versionearon el repertorio de la voz del pop más reconocible. Así, Nacho Vegas escogió «El extranjero»; y también participa en el «Partisanu», un arreglo en asturiano de David Guardado que interpretó junto a Montse Álvarez y Mar Álvarez, que fue la coordinadora de la sesión.

Mar Álvarez también canta el celebrado éxito «Suzanne»; Igor Paskual se marca una versión con guiño a los pioneros de «Hallelujah»; «Elle belga» resuelve «Who by fire»; el emotivo «So long Marianne» pasó por el tamiz de Montse Álvarez («Nosoträsh»), mientras que un «ex Manta Ray», Xabel Vegas, construyó «Famous blue raincoat». «First we take Manhattan fue cosa de Fernando Marín («La ruta»). El remate a la sesión fue «Dance me to the end of love» en voces de Mar y Alicia Álvarez («Pauline en la Playa»). De la idea de aquel tributo y su grabación nació también el documental del mismo nombre, obra del periodista de LA NUEVA ESPAÑA Chus Neira y de José Braña, dúo que ya firmó en su día la historia reciente del pop/rock asturiano en «Los años eléctricos».

El documental es todo un testimonio en el que sus autores revisan aquellos tiempos del campus a través del relato de los protagonistas del concierto. Pero la película intercala todas esas reflexiones con imágenes de archivo que, además de la nostalgia plasma cómo aquellos estudiantes iban modelando su creatividad (por ahí se ve y se oye cómo suena de fondo Janis Joplin, por citar).

El documental ya tuvo un par de estrenos: uno de ellos en el Festival de Cine de Gijón; y el otro en la TPA. Hoy (edificio histórico, aula Severo Ochoa 19.30 horas) le toca su puesta de largo académica, donde se creó.