Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

Un grave enfrentamiento interno está poniendo en serio riesgo el programa de trasplante hematopoyético del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), según han denunciado algunos de los pacientes que se han beneficiado del mismo. La tensión reinante en el servicio de hematología del HUCA ha generado una honda preocupación entre los asturianos afectados por linfomas, mielomas y leucemias, quienes subrayan que el actual equipo de profesionales que realiza los trasplantes «ha situado a este hospital en los primeros puestos a nivel nacional por los resultados obtenidos».

El citado equipo está liderado por Carlos Vallejo, jefe de sección en el servicio de hematología, quien se incorporó al HUCA en el año 2007 tras haberse formado en Seattle (Estados Unidos) y haber ejercido en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid. Bajo su dirección, el centro sanitario ha ampliado su cartera de servicios, incorporando, de forma paulatina, los trasplantes de donante no emparentado, los de sangre de cordón umbilical y los pediátricos. Con todo ello ha llegado a situarse en el cuarto puesto del ranking nacional en lo referente a trasplantes de médula ósea, cordón umbilical y progenitores hematopoyéticos, según los datos que figuran en la página web de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), correspondientes a 2010.

El colectivo de pacientes, agrupado en la delegación en Asturias de AEAL (Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia), ha expresado el «malestar» y «preocupación» de sus integrantes ante «la posible desaparición» del programa de trasplante hematopoyético, según indica un comunicado de la citada entidad. Entre tanto, fuentes de la dirección del HUCA subrayaron ayer que la citada unidad «no está en peligro, va a seguir funcionando y no existen previsiones de cambios en su composición».

Según ha podido saber este periódico, en los últimos meses se han agudizado las diferencias en torno a la figura y el carácter del doctor Vallejo. Un debate que parece circunscribirse al interior del servicio, ya que sus pacientes parecen más bien coincidir en los elogios a su valía profesional y personal, tal y como ha recogido este periódico en varias ocasiones. Un ejemplo reciente lo protagonizó el árbitro de fútbol Pablo Nanclares, después de superar una leucemia. Tampoco consta que existan discrepancias relevantes -o, al menos, no han trascendido- en el seno de la unidad de trasplante hematopoyético. Un equipo del que la asociación AEAL destaca «la profesionalidad y experiencia» de sus miembros (hematólogos, enfermeros, auxiliares...), así como «su calidad humana, lo que repercute en la tranquilidad y confianza de los pacientes», según precisa el comunicado.

Uno de los factores que preocupan al colectivo de enfermos es que «el nuevo jefe de hematología (en alusión a Francisco García Menéndez-Tevar, antaño responsable del Centro de Sangre y Tejidos de Asturias) ha expresado públicamente durante su toma de posesión que hará cambios "importantes" en el área clínica del servicio de hematología, asesorado por personas de su "entera confianza"», agrega la citada nota. Algo similar se pretende -según AEAL- desde la dirección de enfermería del HUCA, que «ha advertido a las dos secciones de la posibilidad de cese de los supervisores».