Uno de los grandes nombres de la música independiente. Su grupo cumple 16 años de carrera en un mercado que vive de los éxitos rápidos. Han sobrevivido desde Valencia gracias a la constancia y la honestidad, como asegura su cantante y compositor. Ahora vive en Noruega y dice que desde allí la realidad española también se ve gris. Acaba de publicar «Fue eléctrico», su nuevo disco. Asegura que su generación ha vivido adormecida y acomodada creyendo que vivía en un mundo perfecto que nunca cambiaría.

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Jorge Martí

Jorge Martí fernando bustamante

¿Para qué sirve hoy hacer rock ?

El rock siempre ha sido un género transgresor pero, como todo, fagocitado por la industria. Para mí, el rock, el pop, es una actitud ante la vida.

¿Una actitud dirigida hacia dónde?

Una de las cosas que siempre he desatacado del grupo es que en todo momento hemos puesto unos condicionantes para llegar a la música que buscábamos y queríamos hacer, más allá de la que pudieran estar creando otros en ese momento determinado. Siempre hemos ido muy por libre. Iba a estudiar medicina, pero como persona siempre he deseado hacer lo que me satisficiera de forma más íntima. La música también puede ayudar a los demás porque es comunicación.

Algo sucedería que le enganchó.

Entender la música como un analgésico. Los mejores momentos de nuestras vidas están acompañados de canciones y sonidos. Para mí fue muy importante la adolescencia. Es un período de la vida que si bien también puede ser muy traumático es aquel en el que empiezas a descubrir cosas y en el que los caminos se abren. La música es como un primer amor, un virus; una reacción hormonal.

Usted es un compositor muy introspectivo, aunque sus canciones aparezcan acompañadas de muros de guitarras. ¿Dónde nace una canción?

Realmente no se sabe bien de dónde viene una canción. Por supuesto que influyen todas las experiencias vitales que has tenido y han ido dejando un poso. Hay momentos en el que nacen de la tranquilidad del trabajo, pero también de momentos de ocio. De repente se produce un clic y sacas todo lo que llevas dentro. Las canciones son estados de ánimo. La música es una terapia personal y también una lotería.

¿Diría que una canción es la forma que un autor tiene de revisarse a sí mismo?

Como grupo, siempre nos hemos expuesto sabiendo que somos vulnerables. Hemos sido un grupo comprometido por lo que siente y no hemos tenido miedo de decir lo que pensábamos social o políticamente y eso, en la sociedad en que vivimos, no está bien visto.

¿Tampoco entre su generación, la de los casi cuarenta años?

Mi generación está acomodada y es muy distinta a cómo será la de nuestros hijos. Todo lo que han conseguido nuestros padres nosotros estamos viendo como se pierde. En ese sentido, sí hemos sido una generación perdida o desorientada y algo materialista. Sin embargo, los músicos aún solemos ser bastante idealistas.

¿Qué tiene este disco que lo diferencie de los demás?

Surgió como una reacción al anterior. Siempre hemos funcionado instintivamente. Cada disco ha de ser distinto pero manteniendo una coherencia con el anterior. Nuestra idea era una grabación en la que cada una de las canciones pudiera servir para abrir un concierto, que sonara rotundo y vigoroso y al mismo tiempo tuviera el contraste melancólico de las letras. Creo que una buena definición sería que hacemos canciones tristes que ponen contenta a la gente.

La industria se hunde, los canales de comunicación cambian, el mercado desaparece. ¿Dónde ve el futuro del pop?

El mundo de la música es hoy como el tema de la crisis, de la que decían que iba a durar un año. La revolución tecnológica ha pillado a la industria por sorpresa y desorientada. Las nuevas generaciones llevan años acostumbrados a escuchar música de otra manera, a leer libros de otra manera. Intentar mantener el negocio de la música de la misma forma es imposible. Estamos en un periodo de transición que no sé cuánto durará. Quizá el futuro sea la autogestión, la supresión de intermediarios.

Seguridad Social va a cumplir 30 años de carrera, LHB van para los 16, pero después no se ve apenas casi nada que haya comenzado a formarse o a consolidarse de forma estable. Y, además, su grupo lo ha logrado desde la independencia.

Apostar por la independencia es lo que nos ha permitido tener una trayectoria fiel y respetada que hemos ganado a base de conciertos y kilómetros. Casi diría que como grupo nos hemos quedado con lo bueno de lo antiguo y que fue un acierto, en un momento determinado, no haber vendido nuestra alma al diablo por estar en una multinacional o por querer haber tenido un chalet.

Pero viendo como funcionan hoy muchos grupos, lo suyo también tendrá algo de fortuna.

En el momento que decidimos adoptar esa vía de independencia tampoco sabíamos qué podía pasar. Quienes se han confiado saben que hoy las giras son deficitarias y los grupos ya no puede vivir de los ayuntamientos. Muchos grupos no se atreven a vivir de la taquilla que es lo que nosotros siempre hemos hecho sin miedo.

¿Se puede vivir hoy bien de la música?

Depende de lo que se entienda por vivir bien. Si es trabajar sin aguantar a un jefe y hacer lo que te gusta, sí. Si se trata de tener una nómina y un chalet... En esta profesión vives en el alambre.

¿Entonces, el equilibrio está en...?

La perseverancia, la honestidad... Somos un grupo muy puro. Es difícil coincidir con cuatro o cinco personas que quieren hacer de la música su forma de vida. Hoy los grupos se forman, se deshacen, es un hobby temporal. En nuestro caso existe un romanticismo muy grande, pero también una pureza por ser fiel con lo que sientes.

¿Qué grupo cree que debería descubrir?

The National. Me veo muy reflejado en ellos. Son un grupo de amigos a los que no les iba bien pero el tiempo les da la razón. Siempre he sido un músico con un pie en los clásicos y otro en los contemporáneos. A todos nos ha gustado siempre estar a la última.

¿Hoy hay que mirar más a las islas británicas o al sonido americano?

A los dos. Los ingleses son gente de negocio y los americanos, de garito y carretera. Me gustan mucho los grupos americanos con raíces en los que puedas encontrar influencias de Bowie, los psicodélicos, Beatles...

Ve, también se ha ido a Beatles y a Bowie. Al pasado, como si el presente o el pasado más inmediato haya quedado como algo residual.

Es que los clásicos siempre serán modernos. Cuando te conviertes en clásico es porque has transcendido.

¿Por qué cree que un adolescente se puede hacer fan de su grupo?

Seguramente porque han descubierto que nunca hemos aspirado a ser originales sino especiales, sin perder la espontaneidad o la inocencia inicial.

Vive en Noruega. Va y viene. ¿Cómo se nos ve desde allí, el país con uno de los niveles de bienestar más alto del mundo?

Ahora hablan mucho de nosotros, pero del paro, la corrupción. Aún hay mucho tópico. Pero nuestra realidad sí se ve gris. Una de las cosas por las que mi mujer siempre ha querido vivir en Noruega es porque, como mujer, sabe que allí siempre estará mejor valorada. Todo lo que hacen aquí es lo contrario de allí donde se invierte en la gente joven, se dan créditos a los estudiantes,... allí todos tienen las mismas oportunidades y hay una igualdad muy positiva.

¿Ha imaginado cómo sera su carrera dentro de diez años? ¿Ha pensando en el título de aquel disco de Jethro Tull «Demasiado joven para morir, demasiado viejo para el rock and roll»?.

No. Aunque de un tiempo a esta parte me he dado cuenta de que creíamos que esto era así y siempre había sido así. No nos queremos acordar de lo que nuestros padres han luchado. Ahora es un shock. El futuro ya no existe como tal. Importa el presente. Y hay que disfrutar el momento.