Madrid, Efe

El nombre del poeta Ernesto Cardenal siempre ha estado en la lista de los finalistas de los grandes premios. Y ayer, a sus 87 años, este poeta sacerdote comprometido se ha alzado por fin con el premio «Reina Sofía» de poesía iberoamericana, uno de los más prestigiosos de su género.

Así, Ernesto Cardenal (Granada, Nicaragua, 1925) poeta, sacerdote católico, defensor de la Teología de la Liberación, político -fue ministro de Cultura durante la Junta de Gobierno de Nicaragua, entre 1979 y 1988, aunque ahora está muy distanciado del Frente Sandinista-, se alzó con este galardón después de haber quedado muchas veces finalista, como lo ha sido para el premio «Cervantes».

La decisión del jurado de otorgar esta XXI Edición del premio al poeta Ernesto Cardenal ha roto la ley no escrita de alternancia entre autores iberoamericanos y españoles, ya que el pasado año la ganadora fue la cubana Fina García Marruz.

Una decisión que el poeta Luis Antonio de Villena y miembro del jurado ha explicado que había sido tomada porque «no sería justo que alguien tan significativo en la poesía del siglo XX se quedara fuera del galardón».

«Faltaba Cardenal porque siempre se había quedado finalista -ha argumentado Villena-. Es un poeta con una ideología, comprometido y marxista, que te podrá gustar o no, pero eso son detalles de adorno, porque él es un gran poeta y traductor de otros grandes poetas de la literatura universal». «Ha traducido a los grandes clásicos y fue un modelo para la generación "beat" norteamericana», ha subrayado Villena.

El poeta se declaró ayer «sorprendido» y «agradado». El premio está dotado con 42.100 euros. Los finalistas fueron los poetas Antonio Colinas y María Victoria Atencia.