Gijón, Luján PALACIOS

Un 8 de marzo nació Adela Palacio Gros, hace 101 años. Un 8 de marzo fue la fecha en que Rosario Acuña publicó, con gran revuelo, el artículo «La jarca de la Universidad», que le valió dos años de exilio en Portugal. Y también un 8 de marzo es la fecha elegida para celebrar el Día Internacional de las Mujeres. Las ex alumnas del IES Doña Jimena juntaron tantas efemérides coincidentes para rendir homenaje ayer a «Doña Adela», profesora progresista que sembró entre sus estudiantes las ideas de la libertad, la autonomía y la no necesidad de doblegarse a las normas impuestas.

«Es nuestro deber honrar y recordar la lucha de nuestras predecesoras, porque gracias a ellas estamos aquí, y llegar aquí costó sangre, sudor y lágrimas». Oliva Blanco, profesora y ex alumna de «Doña Adela», relató cómo la que fuera su profesora de Lengua y Literatura entre los años 1962 y 1971 fue capaz de «abrirnos unos horizontes maravillosos», imbuida por el espíritu de la II República, cuando la profesora alcanzó su licenciatura, y en unos años en los que «no resultaba nada fácil ser rebelde, y ella lo fue».

Varias de sus antiguas alumnas narraron ayer sus recuerdos de aquellos años, para homenajear a una mujer nacida en Valladolid pero que ejerció buena parte de su vida profesional en Asturias, donde se casó con Lorenzo Rodríguez-Castellano. Sus hijas Aurobel y Matilde acudieron ayer al acto en el Doña Jimena, en el que se proyectaron varias fotografías de «Doña Adela» y se narraron algunas anécdotas de su vida, como el crucero universitario por el Mediterráneo con el profesor García Morente.

Adela Palacio nació en Valladolid en 1911, aunque pronto pasó a vivir a Madrid con sus padres. Allí se licenció en Historia, en plena República y con profesores como Agustín Miyares o Claudio Sánchez Albornoz. Llegó a Asturias a principios de los años cuarenta para ejercer la docencia, y con ella también llegó una hermana suya, Virginia, también maestra. En 1945 se casó con Lorenzo Rodríguez-Castellano, tal como recordó su ex alumna Socorro Suárez. Con él tuvo a sus hijas, ayer presentes y emocionadas en un acto «sencillo, pero con todo nuestro cariño», apuntó el director del Doña Jimena, José Luis Fernández, acompañado por la profesora Carmen Suárez, promotora del acto.

El día de ayer sirvió para homenajear también a una mujer que ha dedicado toda su vida al trabajo, pero en su caso desde un ámbito rural. El XV Encuentro de Mujeres de la Zona Rural rindió un cálido reconocimiento a Consuelo Muñiz, de 91 años, que acudió al Ayuntamiento -donde las mujeres fueron recibidas por la Alcaldesa- con su única hija, a recibir el aplauso de las integrantes de este colectivo.

«Estoy muy contenta, el año que viene espero venir de nuevo, pero de espectadora», apuntaba Muñiz, que el día 15 cumplirá 91 años. Natural de San Andrés, ahora vive en Monteana, y durante su juventud trabajó «en la casa y como modista». Fruto de sus años de trabajo, Consuelo ha desarrollado una gran habilidad con el hilo y la aguja, y ayer presumió de ello al entregar a la Alcaldesa una cartera y un cestito de caramelos bordados por ella con hilo de colores y brillantes. Hoy se celebrará una comida en su honor, y el acto servirá también para exponer algunos de sus trabajos manuales. Porque una vida larga da para mucho, y conlleva mucho esfuerzo.