Bruselas, Efe

Veinticinco países europeos se han unido para probar en 1.500 pacientes un nuevo tratamiento con el que minimizar las secuelas del ictus a través del enfriamiento del cerebro en las horas posteriores al episodio. El ensayo clínico, presentado ayer en Bruselas, será coordinado en España por el Hospital Vall d'Hebron (Barcelona).

El nuevo tratamiento se basa en estudios piloto que han demostrado que enfriar el cerebro en las seis horas siguientes a un ataque cerebrovascular aumenta en gran medida las posibilidades de salvar al paciente y reducir los daños cerebrales.

La hipotermia terapéutica, que ya se usa con éxito tras paradas cardíacas, busca provocar una suerte de hibernación del cerebro con el fin de reducir la necesidad de oxígeno y reducir los posibles daños. El tratamiento resulta «increíblemente seguro», según sus promotores.

Tras los «prometedores resultados» de las primeras pruebas, los investigadores buscan ahora un ensayo a gran escala que permita generalizar la práctica.