Oviedo, E. G.

La consejera de Educación, Ana Isabel Álvarez, trató de endulzar ayer las consecuencias del tijeretazo estatal a la enseñanza asturiana. Lo hizo, y se le agradece, en un acto público con un nutridísimo grupo de directivos de centros escolares asturianos, colegios e institutos en el auditorio Príncipe Felipe, en Oviedo. La decisión del Ministerio de Educación de aumentar la carga lectiva en Primaria y Secundaria es palabra de dios.

Asturias mantiene el plazo de 15 días naturales para que las bajas laborales sean cubiertas por personal propio de cada centro, y la Consejera anunció que al menos en el próximo curso se mantendrán todos los institutos con al menos dos modalidades de Bachillerato. Para el curso 2013-14 se estudiarán todas las posibilidades porque lo cierto es que hay institutos en la región que no tienen la suficiente masa crítica como para mantener esas dos modalidades. Rebajárselas es hacerles un favor.

Ana Isabel Álvarez tranquilizó a los directores sobre los aumentos de ratios en clase. El curso próximo ya está planteado a todos los efectos y el número de unidades escolares ya se comunicaron a los respectivos centros. La idea es estudiar caso por caso, nunca aplicar la norma por sistema.

Como se sabe, el Ministerio de Educación que dirige José Ignacio Wert ha planteado un aumento de hasta el 20% en el número de niños en clase, lo que podría dar lugar a la desaparición de unidades escolares.

Los directores y directoras (en mayor número ellas que ellos) salieron con ánimos encontrados. Por una parte se valora el gesto del equipo educativo asturiano de informar sobre el espinoso asunto de los recortes, en la recta final de su mandato. No va a ser ese equipo quien los gestione, para bien o para mal. Al final de la reunión había comentarios para todos los gustos. Algunos hablaban de un encomiable aunque más bien inútil brindis al sol.

Ana Isabel Álvarez tiene hoy otra jornada de explicaciones. Al mediodía con los responsables de los sindicatos de la enseñanza pública y la concertada. Todos juntos. Hay quien se planteaba ayer quedarse en casa. Por la tarde están convocadas las asociaciones de padres de alumnos y los representantes de los alumnos. Por explicarse, que no quede.

La jornada lectiva de veinte horas para los profesores de Secundaria y de 25 para los de Primaria se pondrá en marcha de forma automática. El Ministerio -se aseguró en la reunión- lo ha dejado claro, aunque también matizó que la medida es «coyuntural». La coyuntura durará al menos un par de cursos, si es que quiere Angela Merkel.

La idea general entre los directores es que los cambios en Asturias pueden afectar más a la Secundaria que a la Primaria.

La Consejera descartó dar cifras de reducción de empleo pero rechazó las que están planteando los sindicatos en Asturias, que varían entre 1.500 y 2.200 plazas, y que afectarían a los interinos. Cálculos más oficiales señalan que la reducción puede afectar a unos 500 docentes. Una cifra que firmarían ahora mismo más de dos.